miércoles, 21 de diciembre de 2011

Iván Heyn: “La gente cree en el liderazgo de Cristina y los militantes tenemos un rol fundamental”


La nota a Iván Heyn se realizó el Día de la Militancia, 17 de noviembre: ¡Iván, militante y economista nacional y popular, ya te estamos extrañando!

Para escuchar el audio, picar acá:




“Es el momento para hacerse cargo, para participar activamente y construir colectivamente. Hay que dejar de lado toda cuestión de vanidad personal y apostar por este modelo que tiene por delante muchos años si nosotros nos ponemos las pilas”.


Qué participación importante la de Cristina en el G20 ¿no?
Iván Heyn: Sí, una participación central básicamente porque el mundo está entrando en una crisis estructural y los discursos de los gobiernos, sobre todo de los líderes políticos de los países desarrollados, hacen acordar a lo que pasaba acá en la Argentina en el 2001: se ponen a la cabeza de la defensa de los sectores concentrados de la economía, sobre todo del sector financiero, en vez de ponerse a la cabeza de los intereses de su pueblo.

Parece que el mundo financiero especulativo no tiene intenciones de cambiar.
I.H.: Por eso la voz de Cristina marca el liderazgo y, al mismo tiempo, la contradicción que tiene el sistema económico: ponerse al servicio de las finanzas o ponerse al servicio de la economía real y la producción. En ese contexto los líderes europeos renuncian a sus gobiernos para dejarle el lugar a técnicos. Cristina tuvo un discurso importantísimo para la Argentina, pero mucho más importante a nivel internacional. Por ahí, muchas veces, en el fragor de la política interna no dimensionamos las discusiones políticas que están dando nuestras conducciones: la que en su momento dio Néstor en los foros internacionales y las que da hoy Cristina.

Un hecho saliente fue el reconocimiento que las organizaciones internacionales del trabajo le hicieron a Cristina por su defensa del empleo.
I.H.: Es que fue una de las pocas líderes del G20 que se reunió con los líderes políticos, con los empresarios y con los trabajadores. Esto tiene que ver con la visión histórica del peronismo sobre cómo se hace política en una sociedad: interpretando que todos los sectores sociales tienen que estar adentro y discutir el modelo de acumulación, la forma de la distribución de la riqueza, la forma en la que se sigue creciendo.

Parece increíble que Argentina aparezca con un modelo fuerte y pujante en un momento en que el mundo tambalea.
I.H.: Para nuestra generación que en la década del 90 veía esto imposible y lejano, puede parecer sorprendente, pero cuando mira nuestra historia ve que la Argentina siempre fue un faro a nivel internacional. El gobierno de Perón claramente fue eso liderando el movimiento de países no alineados. A mí no me sorprende tanto, yo le tengo mucha fe y mucha confianza a nuestro país, a nuestra cultura y a nuestra gente. Creo que lo que hacía falta era un liderazgo y ese liderazgo nos está llevando al lugar internacional donde debemos estar.

Y que ahora está refrendado por el 54% de los votos.
I.H.: Sí, ese 54% es una alegría gigante que muestra que lo que estamos haciendo es correcto y es bancado por la gente. Obviamente también es una gran responsabilidad como militante porque lo que la gente marcó claramente que cree en el liderazgo de Cristina y nosotros, los militantes, tenemos un rol fundamental, porque ella nos está marcando el camino de construcción política colectiva. Y es una responsabilidad, no es un momento para mirar para otro lado, es el momento para hacerse cargo, para participar activamente y construir colectivamente. Hay que dejar de lado toda cuestión de vanidad personal y apostar por este modelo que tiene por delante muchos años si nosotros nos ponemos las pilas.  

Destacado:
Iván Heyn: “Yo le tengo mucha fe y mucha confianza a nuestro país, a nuestra cultura y a nuestra gente. Creo que lo que hacía falta era un liderazgo y ese liderazgo nos está llevando al lugar internacional donde debemos estar”.

publicada en cada17.com

Adrián Paenza: Los jóvenes están experimentando que se puede



“Y si se puede, entonces vale la pena comprometerse, participar, militar, discutir, disentir, frustrarse, aceptar que otro piensa distinto”.

El 54% de los votos también están respaldando políticas de Estado como la ciencia y la tecnología?
Adrián Paenza: El 54% está respaldando que, por primera vez en mucho tiempo, se gobierna de frente a la gente y no de espaldas a la gente, tratando de gobernar para las mayorías y no para las corporaciones. Entonces eso la gente lo reconoce, lo reconoció con una avalancha de votos.

¿Se abrieron más canales y más posibilidades para difundir la ciencia?
A.P.: Sí, esa es mi lucha y la de mucha gente que ha trabajado, que ha luchado, gente que ha dejado su vida. Yo, sinceramente, pensé que esto no lo iba a vivir nunca en la Argentina y sin embargo lo estamos viviendo. Entonces es un compromiso, hay que luchar por más todavía, pero al mismo tiempo está la posibilidad de ver que se puede. Eso nos pone a todos en un lugar muy privilegiado.

Se ve una nueva situación en que la política está viva y puede cambiar la vida de todos nosotros.
A.P.:  Por supuesto y van a haber ideas superadoras, ideas que van a mejorar. Cristina no va a estar toda la vida y Lino Barañao no va a estar toda la vida. Ninguno de nosotros va a estar toda la vida, en cambio los jóvenes tienen muchos más años por delante que todos nosotros, y ellos están experimentando que se puede. Y si se puede, entonces vale la pena comprometerse, participar, militar, discutir, disentir, frustrarse, aceptar que otro piensa distinto. Todo este tipo de cosas que cuando yo era adolescente era más común; después se perdieron un par de generaciones y ahora vuelve, y eso es algo que yo valoro mucho.

¿Qué te motiva a poner tanta dedicación para divulgar la ciencia?
A.P.:  El compromiso es con la gente, es con devolver un poquito eso que nos fue dado. Por eso la defensa de la educación pública, gratuita, laica y obligatoria. A mí no me falta nada, en serio, no me falta nada. Pero yo no puedo disfrutar lo que tengo si lo que yo tengo no lo tienen los demás también. Ahora, lo que necesitamos no es solamente que haya una redistribución de la riqueza material, sino que tiene que haber una redistribución de la riqueza intelectual también. Y que todos aquellos que tuvimos el privilegio, como yo, de poder tener de todo, que ese ‘de todo’ sea para todos.

Adrián Paenza, doctor en ciencias matemáticas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, docente y periodista.

Juan Cabandié “La militancia le da respaldo y continuidad a nuestro proyecto político”



“Néstor y Cristina apostaron por nuestra generación: nos han motivado para tener una participación activa en la política y militar en un proyecto colectivo sin resignar las convicciones”.

Nuestra generación asiste por primera vez a un milagro como el de Néstor y Cristina, que administran el Estado con amor por la patria. 
Juan Cabandié: Son un antes y un después de la Argentina, indudablemente. Es el camino nacional y popular que comenzó con los patriotas que pelearon contra la corona española y siguió con los que defendieron nuestro territorio nacional, como Rosas o ante las invasiones inglesas. Esto también se vio en las luchas federales, en el irigoyenismo y, obviamente, en el peronismo. Y Néstor y Cristina vienen a marcar un hecho maldito para las clases dominantes, un hecho popular, nacional, de reivindicación histórica, de inclusión social, de derechos humanos.

En ese sentido, ¿Qué te hace sentir la condena de los genocidas de la ESMA?
J.C.: Es una consecuencia de mantener las convicciones y los principios. Néstor Kirchner como luchador popular, como militante popular, en la década del 70 y después en Santa Cruz, ya estaba plasmando estas ideas. Lo vimos recientemente en un video antiguo cuando Kirchner repudia la junta militar de Agosti, Massera y Viola. La lucha popular de los organismos de derechos humanos, que tuvieron esa coherencia durante más de 35 años que vienen luchando por la justicia, la verdad y la memoria, se vio indudablemente beneficiada con la llegada de Néstor Kirchner y la claridad en la política de derechos humanos. La derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, en el 2003, significa que comenzaron los juicios efectivos a cada uno de los responsables. Como país tardamos muchos años, pero por suerte tuvimos la valentía de los organismos de derechos humanos, Madres, Abuelas, Familiares, Hijos, de Néstor Kirchner y de Cristina. Entonces, que hoy tengamos la condena de los responsables del terrorismo de Estado, en particular lo acontecido en la ESMA, es un mojón más en la reconstrucción histórica, en la reconstrucción de la justicia que merece nuestro pueblo.


¿Cómo sentís la confianza que depositan dos personas excepcionales como Néstor y Cristina en los jóvenes?
J.C.: Nosotros somos una generación en la cual Néstor y Cristina han apostado y nos han motivado, incentivado, para que tengamos una participación activa en la política, para militar en un proyecto colectivo sin resignar las convicciones. No hay proyecto político sin una militancia que le dé respaldo y continuidad. Por lo tanto este es un camino que comienza en estos años pero va a perdurar en el tiempo, porque no solo a nuestra generación, también a otras, nos motiva haber recuperado la confianza en la política. La militancia activa y la conciencia del pueblo va a hacer florecer miles de flores, como dijo alguna vez Néstor Kirchner.

Qué lindo que sería el proyecto nacional y popular en la ciudad.
J.C.: Indudablemente, para eso trabajamos. Nosotros queremos generar en la ciudad una revolución solidaria con mucha militancia en las comunas, en los barrios, abonando a la organización política, que es lo que va a hacer perdurar el proyecto.

Juan Cabandié. Diputado reelecto, presidente del Bloque del FpV en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires.

Alberto Kornblihtt: "Yo siento la docencia como una militancia""



“Yo siento la docencia como una militancia, uno lo hace porque está convencido. Además, Investigar, cuestionar, no conformarse con lo que aparece en la superficie, sino buscar qué hay detrás, descubrir, produce mucho placer; y uno quiere compartir ese placer con todos los demás”.

Qué diferente un país que mandaba a los científicos a lavar los platos con este que los premia, ¿no?
Alberto Kornblihtt: El momento que estoy viviendo en mi vida de adulto es muy especial, después de tantos años que pasaron desde la recuperación de la democracia. Me produce mucha satisfacción estar viviendo este momento, con muchas medidas que se están tomando que van mucho más allá de ciencia y técnica. Esto no quiere decir que estoy de acuerdo con todo lo que se hace, ni que piense que no hay que luchar por más, pero hay que reconocer lo extraordinario de muchas de las cosas que estamos viviendo hoy en día. Y lo de la ciencia y tecnología es un ejemplo.

Que se haya constituido la ciencia y la tecnología en una política de Estado también parece un paso adelante para la sociedad.
A.K.: Por supuesto, porque no se puede volver atrás. Esta política de Estado, como se está planteando, va a ser muy difícil revertirla, no va a haber espacio para eso. Cualquiera sea el signo del gobierno que siga a este no va a poder deshacer los avances institucionales que se hicieron en ciencia y tecnología.

¿Pensabas que una mujer, peronista, podía ser la conductora de este momento político tan especial de la Argentina?
A.K.: No usaría el adjetivo peronista: yo diría una mujer. Me parece que la Argentina es muy sorprendente. Así como se ha votado una ley de matrimonio homosexual, una mujer no solamente fue elegida, sino reelegida en la más alta magistratura pública, indica que un sector de la Argentina no está atada a formalidades y a veces le gusta jugar con la osadía. Y yo creo que esto es parte de nuestra osadía. Por otra parte me parece absolutamente normal que quien sea elegido, lo sea por sus cualidades y no por ser mujer o hombre.

Me alegra mucho ver que los científicos aparecen más seguido en la vida pública
A.K.: Yo siento que la docencia y la divulgación, explicarle al pueblo para qué sirve la ciencia, qué es la ciencia, qué es el pensamiento crítico, es como una militancia, uno lo hace porque está convencido. Además, la ciencia produce placer: el investigar, el cuestionar, no conformarse con lo que aparece en la superficie, sino buscar qué hay detrás, descubrir, produce mucho placer y uno quiere compartir ese placer con todos los demás.

Alberto Kornblihtt es Biólogo Molecular, Doctor en Ciencias Químicas y Licenciado en Ciencias Biológicas. Investigador del Conicet; docente universitario y director del Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cynthia Ottaviano: “Apoyar a la oposición, es apoyar a los monopolios”


Reportaje a Cynthia Ottaviano*, periodista de investigación y docente universitaria

"Estamos viviendo un momento histórico para celebrar, pero al mismo tiempo hay que prestar mucha atención y ser concientes que el 23 de octubre está en juego el modelo comunicacional" 

Se dice que el periodismo de investigación es caro y por eso el denominador común son las notas que requieren mínima producción.
Cynthia Ottaviano: Desde mi punto de vista no es caro, eso es lo que nos venden: el periodismo de investigación es una herramienta de cambio social y no se puede mensurar en centímetros cuadrados de publicación. También pasa que la sección de investigación periodística es ingobernable, entonces esto hace que los dueños de los medios de comunicación no estén convencidos de tener un sector ingobernable. Porque no se le puede pedir permiso al dueño de un medio de comunicación para investigar determinado tema. Esto es mi punto de vista, no quiere decir que haya otras personas que dicen que se dedican al periodismo de investigación y después le piden permiso a Magnetto para ir sobre un tema, o al revés, que Magnetto señale cuáles son los temas sobre los que hay que investigar.

Jauretche decía que prefería trabajar de mozo de bar y escribir lo que quisiera antes que trabajar de periodista y tener que escribir lo que le mandan.
C.O.: Jauretche también podría haber escrito una zoncera sobre el periodismo de investigación, que diga: el periodismo de investigación es solo para la corrupción política. Todos sabemos que todo hecho de corrupción política tiene un hecho de corrupción privada, es así. Entonces, en Tiempo Argentino el desafío fue abrir la agenda a las corporaciones, comprendiendo que también son las corporaciones mediáticas. Fundamentalmente, no se investiga porque es inmanejable, cuando lo que se está poniendo en juego hoy por hoy, son justamente los intereses políticos económicos de las corporaciones mediáticas, es un riesgo tener un equipo de investigación que trabaje con libertad. En el caso de estos socios estratégicos de Clarín y La Nación, es ir contra el gobierno, sino tendrían que estar investigando Papel Prensa. Y cómo lo van a hacer si son ellos los victimarios. Es un hecho delicado.

La percepción que uno tiene es que los periodistas de esos medios no están trabajando con libertad ¿vos qué pensás?
C.O.: Yo creo que estamos viviendo un momento histórico para celebrar pero al mismo tiempo hay prestar mucha atención y ser concientes que el 23 de octubre lo que está en juego también es el modelo comunicacional. Los periodistas tenemos que ser concientes que vamos a ir a la defensa de un modelo comunicacional democratizador, que va a profundizar sobre la ley de servicios de comunicación audiovisual, que va a seguir profundizando en el sentido de quebrar el discurso único, que va a socializar las herramientas de comunicación, que va a democratizar la palabra. O vamos a ir a ser esclavos de Magnetto y compañía.

Y seguir viviendo en un país censurado por las corporaciones.
C.O.: En la Argentina hay unas pocas familias que han manejado tradicionalmente los medios de comunicación: Mitre, Magnetto, Herrera de Noble, los Saguier, Vigil, Fontevecchia. No son muchas más las familias que manejan los medios de comunicación en la Argentina. De manera que si apoyamos a la oposición, a cualquiera de ellos, incluso la fórmula de Binner que va con Morandini, que estuvo en contra de la ley de servicios de comunicación, apoyamos a los monopolios. Y, como explicaba Jauretche: vamos en contra de nuestros propios intereses y vamos a defender los intereses de la clase dominante o apoyamos al modelo con el que vamos a profundizar la ley de servicios de comunicación audiovisual.

La incomodidad de muchos periodistas del monopolio es evidente, pero ahí están.
C.O.: Tengo compañeros que siguen trabajando en Canal 13, conozco compañeros que trabajan en el Grupo Clarín, y a mí me parece que todavía hay mucha hipocresía en el ejercicio profesional cotidiano, que hace falta una enorme autocrítica de los cuadros menos conocidos dentro del periodismo, que son los que todos los días construyen las mentiras de Magnetto, de Noble, del propio Fontevecchia. El día que el periodista realmente quiera ejercer la defensa de los propios intereses, que es la búsqueda de la verdad, que es ser una herramienta de cambio social, que se reconozca como un sujeto político sincero, concreto y sabiendo que tiene capacidad transformadora, no va a ir por los intereses de un patrón sino, se supone, que por los intereses de su sociedad.

Yo no escuché a ningún periodista -excluyo a los operadores varios- que esté en contra de la ley de servicios de comunicación audiovisual.
C.O.: Hubo una encuesta de Ibarómetro que demostró que la mayoría de los periodistas apoya la ley de servicios de comunicación audiovisual, incluso los que trabajan en los medios que la denostan. Entonces, el día que el periodista reaccione y se de cuenta del poder que tiene su construcción personal, con dignidad, con búsqueda de la verdad, con honestidad intelectual, esta Argentina será distinta y dejará de estar a las órdenes de los intereses de la clases dominantes.

Hay un poder mediático que pretende establecer el panorama político y trasciende todas las fronteras: Murdoch es a algunos países, lo que Magnetto a la Argentina, y la pelea es durísima...
C.O.: Hay que establecer construcciones colectivas, reconocer que ya no estamos en una mediocracia, que realmente queremos una democracia. Claudio Díaz es un gran ejemplo: el solo, con su renuncia en plena 125, no pudo cambiar la realidad, pero la construcción colectiva sí fue cambiando lo que él pregonaba. Y, claro, las elecciones.

¿Por qué creés que los gremios de prensa tienen tan poco protagonismo?
C.O.: Es cierto que hace falta seguir difundiendo y trabajando sobre cuáles son los derechos que tienen los periodistas. Juan Domingo Perón nos dio una serie de reglamentaciones en el Estatuto del Periodista, que vino a cuento del Estatuto del Peón, y la mayoría lo desconoce. Yo soy docente universitaria y te puedo asegurar que cuando les paso el Estatuto, a alumnos que ya tienen cuatro años de formación académica, no tienen ni idea de cuáles son los derechos que los asisten. Hay una crítica permanente por la falta de representatividad de los gremios dentro de lo que es el periodismo. Aquí en Radio Nacional hay ocho gremios, o más, diez gremios que representan y hay una atomización demasiado importante.

* Conduce el programa Tinta roja en Radio Nacional y el equipo de investigación del diario Tiempo Argentino.

R.F.L.

Destacados:

Juan Domingo Perón nos dio una serie de reglamentaciones en el Estatuto del Periodista, que vino a cuento del Estatuto del Peón, y la mayoría lo desconoce.

En las elecciones vamos a ir a quebrar el discurso único, a democratizar la palabra, o vamos a ir a ser esclavos de Magnetto y compañía.


martes, 30 de agosto de 2011

Alejandro Dolina: "La mejor noticia política es el regreso de la juventud"

Alejandro Dolina es una de las miradas más agudas y atentas que uno pueda dar fe en la cultura nacional. Escritor, músico y comunicador, extraordinario, comparte con sus oyentes las trasnoches de radio más inteligentes y llenas de gracia del dial. Su originalidad también se expresa en sus libros y programas de tv, plenos de argentinidad y magia.
La disputa entre las corporaciones y la política, ¿te despierta alguna reflexión?

A.D.: A mí me parece que por primera vez en la historia -por segunda vez quizás-,
el poder político no está en el mismo lugar que el establishment o las corporaciones. El poder económico está en un lugar, pero el poder político no está en ese mismo lugar, está en otro. Esto nos produce a nosotros, ciudadanos comunes que quizás estamos acostumbrados a fijar nuestra agenda en los cafetines y en las pizzerías, que sentimos la perplejidad de que ahora esa agenda está en el poder político. Y entonces de golpe devenimos oficialistas. Pero devenimos oficialistas porque los asuntos con los que nosotros soñábamos en la pizzería, ahora están en la agenda del
gobierno. Y, en cambio, todo lo demás, se ha trasladado, ya no está en la Casa Rosada.

Lo que agudizó las contradicciones.

A.D.: El conjunto de intereses que puja para que no haya cambios ya no está, como era habitual, en el poder político, o no está del todo. Entonces la confrontación se hace inédita y se hace áspera y se hace drástica: es imposible sintetizar y contemporizar. Se puede acordar las reglas, se pueden
hacer unos acuerdos mínimos de romper la menor cantidad de platos, pero la confrontación es inevitable y, aquí, uno de los dos bandos va a tener que retroceder algunos pasos, no se puede contentar a todos en este caso. Pero está bien que haya una confrontación así, porque además, propende este conflicto a provocar la caída de las máscaras. Resulta cada vez más difícil encubrir
la propia cara disfrazándola con unos afeites progresistas, casi siempre más relacionados con ciertos asuntos laterales, que con el centro mismo del conflicto social clásico.

Se hizo más compleja la disputa.

A.D.:
Durante los 90 era facilísimo ser progresista sin tocar el interés de nadie, porque bastaba con oponerse a los modales de Menem. Entonces ya estaba, ya era suficiente, ya lucías progresista. La progresía en la Argentina se limitaba a unos ciertos gestos. Pero ahora el asunto cambió, no rige aquel dictamen conforme al cual las ideologías estaban muertas y entonces lo que valía es la gestión.

Una progresía que ahora quedó descolocada o trata de reubicarse ante el nuevo escenario político propuesto por los Kirchner.

A.D.: De golpe el escenario cambió y entonces no hay más remedio que pronunciarse, en un sentido y en un conflicto en donde lo social, lo estrictamente político y lo económico, están en el medio del asunto. El tema del poder político en un lugar y el poder económico en otro no permite mantener las máscaras mucho tiempo, más tarde o más temprano, tenés que decir quién sos, de qué lado estás. Entonces, por eso hay personas que parecen haber traicionado a su causa y por ahí no es que lo hicieron, este conflicto se da ahora de una manera muy diferente. Entonces no es tan sencillo como decir: -mirá que mal gusto tiene Menem.

¿Creés que las próximas elecciones adquieren una importancia mayor por esta puja?
A.D.: Tienen una importancia bastante mayor, claro. En general, en nuestros países las elecciones son más importantes de lo que pueden ser en los Estados Unidos de América, donde solamente hay un ángulo muy pequeño entre las políticas de los republicanos y los demócratas. Ni los demócratas van a hacer la reforma agraria, ni los republicanos van a prohibir los diarios. Pero aquí sí hay una gran diferencia, que ya no son administraciones como suelen nombrar ellos a la gestión. Aquí son políticas distintas, dos proyectos de país distintos que se están enfrentando. Por eso estas elecciones son muy importantes, tanto, que no conviene dar un solo paso en falso. Hay que marcar mucho a los nuestros, como decía José Salomón, que era un zaguero de Racing. En cierto partido, se rumoreaba que algunos jugadores iban para atrás, y entonces, dice la leyenda, que él en los corners gritaba: -Marquen a los nuestros. Y a veces a uno le da ganas de gritar que marquen a los nuestros, porque estamos en una situación tal, que yo creo que únicamente podríamos perder con goles en contra. Pero hay algunos que tienen tantas ganas de hacerse goles en contra, que habría que decirles que no hagan tanto.

Hace poco Mario Wainfeld decía que el problema más grande que veía, no solo para el Frente para la Victoria, sino para todo el arco político argentino, era el fuego amigo, o como decís vos, los goles en contra.

A.D.: Claro, es más fácil que caigamos por balas amigas. Por algunos espontáneos que son insensatos. En todas las filas hay insensatos. La insensatez no es de izquierda ni de derecha. Es que por ahí ven mal la situación, se apresuran, se equivocan, exageran y cometen los mismos errores que por ahí estamos criticando a los adversarios. Por ejemplo, se hacen intolerantes.

En ese sentido, Cristina ¿qué sensación te despierta?

A.D.:
Me parece que está actuando con una enorme prudencia. Tiene una gran prudencia. Porque además, hay toda clase de veladas provocaciones cada cinco minutos, para ver si la sacan de quicio, para ver si la obligan a cometer una demasía, para ver si en un arrebato prohíbe que Vargas Llosa abra la exposición de la feria del libro. O para ver si se enoja públicamente con Moyano. Y ella no cae en ninguna de esas trampas porque además tiene una gran templanza, que es ciertamente una virtud indispensable en casos de conflictos tan ásperos como éste. Me parece que las personas incontinentes, que fácilmente entran en un estado de indignación, que los precipita en una especie de jihad privada, son ahora peligrosas para la misma causa que defienden.

¿Y la ves a Cristina gobernando los próximos cuatro años?

A.D.: Sí, claro, ojalá que sí. Ojalá que sí.

¿Y de Néstor que recuerdo tenés?

A.D.:
Néstor era un político diferente a Cristina, me parece a mí. Era mucho más confrontativo, pero por suerte. Yo creo que algunos le han recriminado esa combatividad, ese supuesto mal carácter, no es mal carácter, no, el tipo está en un momento político que lee perfectamente y comprende que no hay más remedio que la confrontación, que no se puede seguir adelante con nuevos arreglos, con nuevos pactos, con nuevas formas de convivencia, que siempre son finalmente, casi diría yo, una forma de traición. Y entonces confronta. Empieza a confrontar y lo sigue haciendo aún cuando al parece comienza perdiendo, porque cuando aparece el tema de la 125 todos pensábamos que el kirchnerismo había cometido un suicidio, que a lo mejor, por no acordar, por no transar, había ido demasiado lejos y había perdido el apoyo de las clases medias, etc, etc.

Mucha gente leyó eso, pero a la vez se produjo una galvanización muy fuerte del kirchnerismo.

A.D.:
Eso era lo aparente, ahora nos damos cuenta de que por suerte este hombre fue confrontativo en ese momento, porque se perfiló mucho mejor que lo que estaba este navío en el que todos remontamos las aguas ¿no? Y en la defensa de unos valores de los que algunos teníamos vergüenza públicamente, como si ciertos sueños estuvieran solamente reservados a una oposición, a un ámbito estudiantil, a un ámbito meramente confrontativo y sin ambiciones de poder. Hay una posición muy cómoda en eso ¿no? En no ambicionar el poder, en soñar con cosas aparentemente inalcanzables y cuando más inalcanzables mejor, entonces uno no se veía obligado a gestionarlas. Bueno, resulta que algunas de estas cosas están en la agenda del gobierno. Si no hubiera confrontado Néstor de la manera en que lo hizo, difícilmente estaríamos hablando de esto.

Y sentís que el peronismo, a diferencia de los partidos políticos de Estados Unidos que no suelen dar sorpresas,¿con Néstor y Cristina vuelve a sorprender?

A.D.: Sí, sí. Es un matrimonio sorpresa.

Yo lo llamaría casi un milagro.

A.D.:
Sí, sí, es casi milagroso. Hay un compañero, (creo, casi un compañero), un hombre de la izquierda de una gran trayectoria, que entusiasmado por los primeros cacerolazos, me dijo: -me parece que ésto es una cosa nueva en el país. Y yo le dije: no, vos fijate, algo debe estar mal porque ahí conviven la señora de enfrente de mi casa, una señora que invirtió, que tiene réditos y está preocupada por eso, y algunos obreros, que están momentáneamente juntos defendiendo un interés que es contingente y que va a desaparecer enseguida, que no tiene futuro. Y después me dijo: -Tenés razón, pero lo que ocurrió ahora sí es milagroso. Me lo dijo cuando ya estaba en marcha el proyecto de los Kirchner. Y sí, yo opino lo mismo, ha sido inesperado. ¿Y qué podía esperar uno en aquellos momentos de los cacerolazos, de gente quejándose de la gestión, como si la Argentina fuera un hotel y ellos fueran sus huéspedes? Casi como saliéndose del país para criticarlo ¿Cuál es el resultado de esa actitud? Emigración, que se vayan todos, desconfianza de la clase política, una especie de anarquismo de derecha representado por la vieja de acá enfrente, que tiene más plata que los ladrones y anda por ahí penando miseria. Son quejas republicanas, por suerte ya los cacerolazos han sido abandonados por los que menos tienen.

¿Algo así como la esquizofrenia con la inseguridad?

A.D.: Todos sabemos que ese es un problema, pero que no es un problema tan grande como lo presentan, o en todo caso no es un problema exclusivo de la Argentina, ni es un problema hijo de una política como la de los Kirchner, sino de una situación mucho más global y compleja. Y que en todo caso encuentra más explicación en toda la exclusión de los años 90, que acorraló a millones de argentinos. Y también hay que ver la forma en que se difunde este tema de la inseguridad. A la vieja de enfrente solo le preocupan cosas munícipes y que los pobres andan merodeando ¿Y los tipos a dónde van a ir a juntar cartones? Por acá. Entonces, ese universo de gente bien vestida, dice que andan merodeando, que molestan, que ensucian, que estorban. Es una porquería, y sigue, pero bueno, no es solo la vieja de enfrente, hay millones como la vieja de enfrente. Entonces hay que persuadir, mostrar otra posibilidad y creo que en ese sentido algún éxito han tenido las gestiones de Néstor y de Cristina. E incluso la acción de muchos medios periodísticos que exponiéndose también a esta confrontación han conseguido instalar en la sociedad la idea de que no todo es como dice Clarín.

¿Qué pensás del fenómeno de la participación de los jóvenes?

A.D.:
La mejor noticia política, de todas las que se han producido, es el regreso de la juventud al entusiasmo político. Estos tipos que allá en el 2000, o sea, no hace tanto, poco, se iban y entonces los entrevistaban y decían: me voy porque aquí no tenés futuro. Por Radio 10 hablaban, yo me acuerdo incluso, ni bien instalado Néstor en la Casa Rosada, hablaban con tipos que estaban en Australia y contaban lo bueno que era Australia. Una cosa de individualismo pero casi autista, de no preocuparse sino por el propio destino y de solamente tener una opinión política para quejarse de como el país los expulsaba. El país, que era el hotel del que hablábamos recién, era tan mal administrado que los obligaba a irse. Eso es horroroso. Por suerte también otro milagro sucedió y ahora estos chicos de 19 años, que tenían nueve en aquel entonces, tienen otra mirada, otro entusiasmo y se sienten involucrados en una causa que es de todos. Eso es de lo que más vale de lo que ha ocurrido, es una gran noticia. Todos querían ser propietarios de camionetas o emigrantes exitosos para triunfar en Italia. Es un sueño que uno tiene que admitir y respetar, pero yo quiero a estos chicos que están luchando por un país mejor.

Héctor Larrea: "Me hice peronista con el Estatuto del Peón"


El maestro Héctor Larrea creció en el campo con el sueño de hacer “humor en la radio” y vaya si lo logró. Su carrera ya lleva cincuenta años en el aire y cuenta con un reconocimiento unánime del público y los profesionales de los medios. Hoy conduce todas las mañanas ese verdadero circo criollo llamado Una vuelta nacional (AM 870) con el que llena de música, arte y alegría los hogares que sintonizan Radio Nacional.
Cómo viviste la llegada de Néstor Kirchner después de la gran crisis?


Héctor Larrea: Bien, como peronista muy bien porque los postulados del kirchnerismo tienen mucho que ver con muchos postulados peronistas. Muchísimo. Una de mis primeras percepciones
desde niño fue el Estatuto del Peón.

¿Por qué?

H.L.: Porque es de lo que hablaban en mi casa. Y lo que se escuchaba por radio, en la radio recién llegada a mi casa. Mi padre había sido boyero primero, peón después y músico después. Pero él hablaba con un tío mío de lo que significaba para la gente el Estatuto del Peón, tomándolo como símbolo de lo que fue el peronismo: Nada menos que la justicia social. Entonces yo me crié con esa idea de que pocas cosas le habían sucedido tan buenas al país como las leyes que beneficiaban
a la gente y que traían justicia social.

Es que fue un cambio extraordinario

H.L.: Había mucha gente que se asombraba: ¿cómo? ¿éste derecho tengo yo? Ellos ganaban entre 10 y 12 pesos por mes y no tenían descanso los domingos. La gente era una cosa que producía, semiesclavos, que solo tenían obligaciones pero no tenían derechos. Y a partir de Perón, esto lo recuerdo como si me lo estuvieran contando hoy, tenían que ganar como 170 pesos,
en vez de 10 o 12. Y Perón contaba que la madre de él, que tenía un establecimiento en el sur, le dijo: vos estás absolutamente loco si creés que yo le voy a pagar esa suma a un peón. Y él le dijo: bueno, cerrá el establecimiento porque pagárselo se lo vas a tener que pagar.
Un gran cambio de conciencia.

H.L.: Y ahí empezó nada menos que la gente a tener conciencia de sus derechos. Con idas y vueltas, alzas y bajas, se han ido cercenando de nuevo, hay complicidades vergonzosas para que no se respeten los derechos de la gente. También tenían que tener un lugar para dormir digno: antes los peones dormían en el suelo. Tíos míos, tías mías, han ido a las cosechas y han criado criaturas a la intemperie. Todo eso me hizo muy peronista y me entusiasmó muchísimo la presencia de Kirchner, pero no al principio.

Es que Kirchner fue revelando su potencial paso a paso después de obtener poca cantidad de votos.
H.L.: Cuando ví que él enunció algunas cosas… Perón decía que para hacer una tortilla siempre es necesario romper huevos. De modo que no puede ser siempre calma como cuando dicen que no tiene que haber confrontación.¿Cómo no va a haber confrontación? Si no hay confrontación te ganan de nuevo. Se van a quedar con todo de nuevo, nadie va a tener derechos. A mí me gustó mucho lo de Kirchner.

¿Y Cristina?

H.L.: Me sigue gustando lo de Cristina y tengo mucha confianza que va a seguir llevando adelante el proyecto. Falta mucho, es cierto, pero está el proyecto y está la intención de no ponerse al servicio de intereses económicos, ni de multinacionales ni de monopolios. Eso es muy valioso, espero que nuestros compatriotas se sigan dando cuenta de eso, porque lo dramático viene después con la pérdida de derechos. El objetivo de las corporaciones es ganarle derechos a los otros.

En determinado momento en este país había un 50 y 50, el famoso fifty fifty de participación del PBI. Después fuimos perdiendo, perdiendo y perdiendo. Entonces me entusiasmaba mucho venir a esta radio porque había gente que pensaba como pienso yo y a uno le gusta estar donde sabés que no te vas a encontrar con algo que no tiene absolutamente nada que ver con vos. Mi corazón está con los sectores más pobres, no podría pertenecer a ningún otro sector, de ninguna manera, estaría en contra de lo que yo siento. Ir contra los sentimientos de uno no es fácil.

En ese sentido parece que hay muchos periodistas, conductores y trabajadores de los medios que están haciendo un esfuerzo grande para trabajar en sitios donde se sienten incómodos.

H.L.: Yo pienso que sí y hay gente que incluso me lo dice. Les cuesta trabajar en medios donde no están al servicio de la gente. Y no les gusta, claro que no les gusta. Hay gente muy digna, pero tampoco les podés pedir que se vayan a la casa. Yo tengo muchos amigos que trabajan en medios que no les gusta estar. Ya se va a ir corrigiendo en la medida en que no se abandonen los propósitos porque si se abandonan los propósitos no se consigue nada.

¿Qué te parece el regreso de la juventud a la política?

H.L.: Me parece grandioso. Qué mejor cosa podíamos esperar, sobre todo yo que tengo mis años y mi vida vivida, que renazca una inquietud, sobre todo con raíz popular.

¿Te lo esperabas?


H.L.: No, no era muy optimista. Yo no soy un tipo muy informado pero ví qué manera se manifestó
públicamente para el tiempo de la muerte de Kirchner. Hay una juventud muy interesada, intelectualmente honesta y elevada, que puede hacer un análisis sabio de las cosas. Vengan de donde vengan, porque vos podés ser de una familia de muy buen pasar e interpretar en tu fuero íntimo que trabajar por el que menos tiene es una causa muy noble y abandonar las causas de tus familiares. Yo estoy
cansado de ver ese tipo de ejemplos. Más he frecuentado gente del pueblo, ideológicamente, porque trabajaba para el pueblo. Sin embargo he tenido amigos de cuanta ideología vos puedas pensar. Sobre todo en el interior, en Bragado, en Pehuajó y después cuando
vine a Buenos Aires. Traté a mucha gente de izquierda brava, tuve muchos amigos comunistas, tuve amigos trotskistas y por supuesto, peronistas y radicales. Yo siempre prefiero a los tipos de raigambre profunda en cuanto al pensamiento. Aprendí mucho en Buenos Aires, me trataron muy bien. Es una ciudad muy acogedora e inclusive, para cualquier tipo de inquietud que vos tengas Buenos Aires siempre te va a recibir, te va a ofrecer cosas y te va a enriquecer.

martes, 19 de abril de 2011

Carlos Barragán: “Cristina es una puerta enorme que se nos abrió en el país”


Carlos Barragán es guionista, músico y periodista. Sus canciones lo convirtieron en un símbolo de 678. Allí, canta la realidad para ayudar a “romper la máquina de la fábrica del periodismo independiente” porque “nos enajenaron, nos hicieron creer que había un clima de oposición absoluta al gobierno”.
¿Cuándo empezaste con las canciones?
Empezó hace mucho tiempo, años, pero obviamente cuando aparecés en la tele tiene otra repercusión. Además, porque 678 funcionó de una forma increíble. Y las canciones funcionaron para un montón de gente que las estaba necesitando.
A mí, particularmente, la canción La mierda oficialista, me puso la piel de gallina y me dio una emoción muy grande. Sentí que expresaba el sentimiento de muchos.
Sí, fue raro, a mí también me sorprendió que la gente lo recibiera así. Puede ser que uno haya captado algo que estaba en el aire, por eso pasó lo que pasó. Fue muy fuerte, como un cimbronazo. Yo vivía lo mismo que vos y muchos: me sentía solo, estábamos solos, éramos una mierda, no había nadie que estuviera de acuerdo con el gobierno, todos decían que todo era una mierda y yo salía corriendo a casa para ver 678, era el único lugarcito donde uno decía: bueno, no estoy loco. Pero había también una situación psicológica, no solo política, porque nos enajenaron. El clima que nos hicieron creer que había era de oposición absoluta al gobierno. Entonces, cuando apareció La mierda oficialista funcionó como un detonante: explotó el facebook, se produjo la autoconvocatoria, aparecieron las banderas que decían yo soy la mierda oficialista. Fue un momento increíble y lo que más me gustó fue que extendió la sensación de que no estamos solos, fue como un salvataje.
Y ahora “la gente” dice que hacés periodismo militante ¿cómo te llevás con eso?
En mi caso puede ser, porque yo me encuentro con Wirtz y me ofrece ir a Duro de Domar. Yo le dije que no quería, que quería ir a 678. El trató de convencerme de que 678 era complicado en 2009, que me iban a matar todos, que iban a decir que era una mierda de gente, corrupto y qué se yo. Pero yo me sentía bien, ya había empezado en Rock and Pop, con lo poquito que se podía hablar, porque a la Negra no le gustaba hablar de política -por lo menos en ese tiempo-, cuando se armó el bardo con el campo. Y yo ahí me decidí, hasta ese momento apoyaba tibiamente al gobierno, un apoyo más crítico que apoyo, pero a mí me convenció la piña de Delía. Al revés que a los demás, cuando Delía le pegó la piña al tipo y vi la movida de todos los medios, lo que empezó a hacer Clarín, que se quería llevar puestos a los que eran mucho mejores que lo que yo pensaba, salí a defender con lo que tenía. Y, claro, empecé a recibir andanada de críticas e insultos.
Así que llegaste a 678 entrenado
Sí, no me da vergüenza lo que creo y no tengo prejuicios porque no soy un periodista en el sentido clásico. Además, descubrir que te mienten no es tan complicado, mostrar donde están manipulando la información, lo que están escondiendo, lo que están inventando es bastante fácil. El tema es si tenés ganas de decirlo y podés tener a todos esos tipos en contra. Yo soy más militante que periodista y al mismo tiempo creo que 678 es como los tipos que rompían las máquinas en Inglaterra durante la Revolución Industrial: 678 rompió la máquina de la fábrica del periodismo independiente.
Hay que decir que además de periodista militante sos un periodista irreverente
Yo siempre pienso en Morales Solá, que se nos rió en la cara los últimos cuarenta años. Nos faltó el respeto y se caga de risa de todos cada vez que escribe un editorial. Entonces ese señor no nos respeta. Entonces, yo le escribí una canción muy respetuosa que no le gustó.
Todos sabemos que la situación que vivieron ustedes en 678 fue mucho más agraviante que la que viven los escribas del monopolio que no paran de cacarear.
Ni hablar, son unos dementes. Y encima después pueden Tenembaum, Lanata, que son muy repetuosos, cagarse de risa de las Madres y las Abuelas, tratándolas de compradas, corruptas, o como boludas que son utilizadas porque se dejan engañar. Eso es una falta de respeto grave.
¿Qué ves en Cristina?
Cristina es una puerta enorme que se nos abrió en el país de una manera de lo más inesperada y no sé si nos merecemos a Cristina y a Néstor. Nuestra dirigencia política tiene que demostrar que está a la altura de ellos dos. Cristina es un milagro, una puerta al cambio social, al cambio cultural, a un país mucho mejor que lo que tenemos. Hay que usar a Cristina de trampolín, tiene que ser nuestra base de lanzamiento del gran cohete argentino.
Destacado:
“Descubrir que te mienten no es tan complicado: El tema es si tenés ganas de decirlo y podés tener a todos esos tipos en contra”.
“Lo que más me gustó de La mierda oficialista fue que extendió la sensación de que no estamos solos”.
“Cristina es un milagro, una puerta al cambio social, al cambio cultural, a un país mucho mejor que lo que tenemos”.

Gabriel Mariotto: “La oposición baila al ritmo del señor Magnetto”

Entrevista a Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual

El titular de AFSCA anunció que “estamos en condiciones de concursar 16 canales más” para la televisión abierta, más los que la ley de medios de la democracia le asigna a las provincias y a las universidades nacionales. A esto se suma el 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro. También, que habrá una medidora de rating en la Universidad de San Martín cuya información será de acceso libre.

¿Vamos a seguir viendo siempre los mismos canales en televisión abierta?
Estamos trabajando un plan técnico para llamar a concurso de nuevas señales de televisión, que va a producir un mapa totalmente distinto. El mapa de la televisión argentina atrasa cincuenta años: el Canal 7 que empezó en 1951, en el 60 llegaron los canales 9, 11 y 13, y en el 68 llegó Canal 2. Hoy solamente ocho ciudades del interior del país tienen dos canales de televisión y el resto, en el mejor de los casos, uno. En el país hay 25 señales de televisión abierta concursadas y nosotros estamos en condiciones de concursar, por lo pronto, 16 canales más. Esto, más la asignación directa que el Estado le da a las provincias y a las universidades nacionales, y el 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro, va a ser una plataforma de cambio cultural importante en la Argentina.

Siempre me llamó la atención que no existan medios de comunicación masivos de organizaciones gremiales, clubes, partidos políticos o instituciones del Estado, si bien hoy está el Canal Encuentro que depende del Ministerio de Educación.
El Estado tiene que emitir y va a cumplir el rol que dejó de cumplir durante muchos años. En la época liberal el Estado se retiró de sus lugares y también se retiró de la comunicación, tanto en la dictadura como en la época neoliberal posterior. Por eso queremos al Estado emitiendo, cumpliendo su rol, y también a las asociaciones sin fines de lucro.

¿Y si la Sociedad Rural quiere tener un canal, también puede?
Podrá tenerlo, claro, ellos hoy no lo necesitan pues ya tienen de voceros a los canales privados, pero es mucho más honesto escuchar el canal de la Sociedad Rural para ver qué dice y no que nos vendan desde un canal “objetivo” o “independiente”, que es un eslogan, en los términos de la Sociedad Rural.

En cuanto a los incumplimientos que hay de la Ley de SCA ¿Cuáles son las consecuencias que pueden tener estos grupos que se rebelan ante la Ley?
Si transgreden la Ley, en el mismo texto aprobado están previstas las sanciones. Con respecto a la grilla que no cumple Cablevisión -y que es tan impactante porque tiene el 80% del mercado en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, es decir que tiene una posición dominante muy compleja-, se exponen a sanciones que ya se le están aplicando. Son procedimientos administrativos que llevan 35 o 40 días cuando se detecta que no se han ajustado a los términos de la nueva grilla, se les hace un acta y ellos hacen un descargo. Después se analiza el descargo y si no satisface los requerimientos, se le aplica la sanción. La sanción por incumplimiento de la grilla es una falta grave y la sumatoria de cuatro faltas graves es caducidad de licencia. O sea, no es gratis no cumplir con la Ley. Pero yo creo que el grupo monopólico, que tiene un proyecto político que está intentando imponer sus propios candidatos en octubre, va a jugar certeramente a una apuesta política. Ellos no están acostumbrados a cumplir con la ley, están acostumbrados a que los gobiernos hagan las leyes que satisfagan sus necesidades. Y en este caso el Estado y sus instituciones se ajustan a derecho.

El día que firmaron el acuerdo Deportes para Todos ¿qué sentiste cuando la Presidenta tuvo conceptos muy elogiosos con la tarea que estás realizando?
Deportes para Todos es parte de la Ley, por ejemplo. Se pudo hacer porque se están aplicando los términos de la Ley: que acontecimientos deportivos de carácter relevante se vean por televisión abierta. Incluso en las ciudades de donde son los equipos del Nacional B o del Argentino A. No solo las finales de rugby, de tenis, de hóckey, de voley, de básquet, ampliando lo que se hizo con Fútbol para Todos. Y lo más importante es que las empresas poseedoras de derechos acompañaron el convenio y en nuestras provincias ya se están viendo los partidos del Nacional B: en San Juan, en Tucumán, en Córdoba, en Entre Ríos, ahora seguramente en Rosario. Es un hecho muy importante, porque por primera vez empresas que habían seguido la línea editorial de Clarín, se dieron cuenta que el texto de la Ley no solo incluye y democratiza sino que también les es favorable. Y que les es mucho más favorable cumplir con la Ley que estar sometidos al diseño empresarial y político de Clarín. Eso fue muy importante y en ese contexto la Presidenta tuvo unas palabras hacia mí que son producto de su generosidad, porque todo lo que se trabajó, todo el equipo que está trabajando para la aplicación de la Ley puede llevar adelante la tarea con el respaldo y las instrucciones que recibimos permanentemente de ella.

Me imagino que pelear con los multimedios debe ser una tarea fenomenal, teniendo en cuenta el poder de maniobrar en las sombras con que cuenta el monopolio.
Sí, el trabajo es mucho y no tiene descanso, pero estamos llevando adelante lo que siempre sostuvimos. Hoy estamos aplicando lo mismo que planteábamos en los pasillos de la facultad (de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora), en las aulas, cuando alumnos, cuando docentes. Entonces no es que estamos inventando nada nuevo, sale naturalmente. Y no somos nosotros solos: nos juntamos con la gente de las universidades nacionales de La Plata, de Buenos Aires, de Rosario, de Mendoza, de Paraná, de Córdoba. Son todos compañeros que vienen laburando en la misma dirección de hace muchísimo tiempo. O sea, ha habido una masa crítica de reflexión que estaba en las universidades y que siempre estuvo en los gremios pero que nunca estuvieron en los gobiernos, porque nunca hubo un gobierno que se animara a romper con los poderes como el de Néstor y el de Cristina. Vos te acordás: los gobiernos llegaban para coquetear con los poderes. En este caso lo que se lleva adelante es una transformación que tiene los objetivos de justicia social e inclusión, para eso tenés que cuestionar a los poderes. Y la ley de medios lo que garantiza es que haya pluralismo, que haya otro punto de vista, que haya nuevas voces. Nadie quiere cercenar las voces que están, las voces que están que sigan estando, pero que convivan con otras y con otros puntos de vista.

Lo que no se puede negar es que esta Ley plantea una nueva realidad e implica cuestiones que no están ni siquiera legisladas en los llamados países más civilizados del mundo.
Sí, estamos a la vanguardia. Por lo pronto, ahí tengo una invitación del Parlamento Europeo para que expongamos sobre el caso argentino. Los Magnetto de Europa ahora son presidente, como el caso de Berlusconi en Italia. O sea que tienen algunos problemas respecto a la imposición del monopolio con los perfiles culturales y políticos de la sociedad. Y la ley argentina es vanguardista porque tiene una característica: como hemos sufrido nosotros tanto la censura, sobre todo en dictadura donde el Estado censuraba, también silenciaba, mataba, torturaba, por supuesto, lo más liviano que hizo fue censurar, pero la censura la hemos padecido tanto que cuando recuperamos las libertades de la democracia en el 83, pensamos que solucionábamos rápidamente ese aspecto y caímos en otra forma de censura que es el monopolio. Hace años que no vivimos nosotros en libertad de expresión ya sea por represión del Estado o por el imperio del monopolio. Entonces ese padecimiento nos hizo mirar el mundo y su legislación e incorporamos lo más avanzado de los tratados internacionales en derechos humanos en los aspectos de acceso a la información y libertad de expresión, y a su vez, después de tanto padecer, le pusimos nuestra propia impronta porque también teníamos cosas para decir. Ese mix de aportes de nuestra propia sensibilidad, más los avances en la legislación mundial, le dio a la legislación argentina una instalación vangardista: el 33% de reserva para que puedan emitir las sin fines de lucro es un aporte validado por el resto de los países. Hay que aclarar que aquí solamente podían emitir los que tenían fin de lucro y cuando aparece un sin fin de lucro que puede emitir, hemos ganado un amplio campo. Y por eso reservamos el espectro para que se haga efectiva esa posibilidad. Son avances que el mundo hoy está reconociendo que la ley argentina es la más vanguardista en materia de libertad de expresión. Y Frank la Rue, el relator de libertad de expresión de las Naciones Unidas, cuando llegó a la Argentina, al saludar a Cristina, dijo: -estoy saludando a la Presidenta de la libertad de expresión.

¿Avanza el proyecto de medición de rating que están encarando desde AFSCA?
A mediados del año pasado nosotros le presentamos una nota al Ministerio de Educación para consultar si había alguna universidad que estuviese en condiciones de trabajar sobre una medición de rating. Esa consulta se trasladó al Consejo Interuniversitario Nacional y ahí aparece a la cabeza la universidad de San Martín que ha creado un laboratorio de análisis social para la ciudadanía audiovisual y desde ese espacio se llevó adelante una tarea que terminó en un llamado a concurso para la adquisición de telemetel que este laboratorio va a instrumentar en una medidora de audiencia federal que cubra toda la geografía de la patria y que pueda servir de referencia para el pautado publicitario, pero también que tenga una referencia del consumo cultural de los argentinos que sea federal. Y que no esté atada a intereses comerciales ni que haya que pagar un abono para tener estos datos, porque Ibope que hace veinte años que está operando sola en la Argentina y son números son muy sospechados. Por ejemplo, Fútbol para Todos que trae consigo una audiencia muy importante no ha modificado el rating de Canal 7. Nosotros, y parte de la industria, sospechamos que los números del rating se dan antes que el canal salga al aire porque ya están repartidas las cuotas de inversión publicitaria a los canales de televisión. Entonces el número de rating va a acompañar esa decisión que se tomó previamente en otro lado.

¿Te imaginabas todo esto hace diez años?
Yo tenía la sensación de que algún día iba tener alguna opinión para dar dentro de este Comfer, pero nunca pensé que la ley de la dictadura iba a durar tanto tiempo. En el 83 las plataformas de los partidos políticos decían que iban a cambiar la ley de la dictadura. Ya en el 87 nosotros cuestionábamos la ley con un grupo de radios comunitarias muy importante del cual formábamos parte. También en el 89 pensamos que con el cambio de gobierno venía el cambio, había alguna expectativa, pero inmediatamente pasó todo lo contrario. Cuando llega el doctor Menem lo que hace es la privatización de todos los canales y nos dimos cuenta que todo iba a empeorar. Pero realmente 26 años de democracia con ley de la dictadura era impensado para cualquiera, por eso yo nunca pensé que iba a estar aportando en los términos de la nueva ley. Siempre supuse que iba a tener algún rol en el área de las comunicaciones, porque política y comunicación siempre fueron mi berretín de estudiante, de militancia. No entendíamos la militancia sin comunicación, nos parecía que era un ámbito de participación en sí misma la comunicación y la pelea por la democratización. Y a partir de la decisión que tomó la Presidenta de fortalecer el texto de la ley en distintos foros, se dio una gran participación, una gran reflexión, en distintos sectores de la sociedad, con los jóvenes sobre todo en la vanguardia, que estudiaron, aportaron, se formaron, y hoy, mientras todavía no vivamos en pluralidad, en libertad de expresión plena –porque todavía el monopolio se resiste a ajustarse a derecho y acatar la ley con algunas medidas cautelares-, esos jóvenes y estos sectores de la sociedad están activando la resignificación de una manera rebelde y constructiva de un proyecto popular.

Creo que somos cada vez más los que hacemos catarsis puteando frente al televisor.
Es que no vivimos todavía en pluralidad pero nuestras cabezas ya no se agachan en el plato de sopa mientras miramos a Mirtha Legrand, sin decir nada. Ahora vemos la televisión y volvemos a protestar, volvemos a putear cuando leemos un editorial en un diario, volvemos a putear mientras escuchamos la radio. Y eso es sanísimo porque sobre todo, desde el 55 en adelante, una información era cuestionada por quien la recibía, después, la dictadura terrible. Y desde la recuperación de la democracia, con la frustración de los ochenta y de los noventa, mirar un medio de comunicación era asistir impávido y sin cuestionamiento a una reflexión que te bajaban: lo dijo la tele, lo dijo la radio, lo leí en el diario, listo, era verdad pura, irrefutable. Y hoy esos contenidos son resignificados y cuando vemos la televisión a las doce de la noche y nos dicen: prendan y apaguen la luz, en la casa se escucha una puteada. Y eso es sano porque estamos pensando por nosotros.

Me parece increíble como se recuperó la pantalla estatal, tanto con Canal 7 como con Encuentro, que incluso marcan algunas tendencias para el resto de la televisión.
El Estado tiene que ser una usina de nuevos contenidos y empezó a mover las fichas porque no se puede esperar que estos productos vengan de los medios privados. El Estado incorpora una estética y una profundidad y a partir de ahí los privados pueden tomar ese sentido. La nueva Ley también le da a Canal 7 un directorio con una construcción plural: dos representantes del Ejecutivo, tres representantes por las Bicamerales –primera, segunda y tercera minoría-, y los dos representantes del Consejo Federal. Es una conformación amplia para que haya nuevas miradas.

¿La oposición ya nombró a sus representantes?
No, la oposición todavía baila al ritmo del señor Magnetto, porque si nombrase a los representantes de la segunda y tercera minoría, se enoja el dueño del multimedio y no los lleva más al set de televisión de él, ni los saca más en el diario. Y sigue condicionando a la oposición que por otra parte entregó su filosofía política a las editoriales de los diarios. O sea, ya no opinan desde un lugar distante al proyecto nacional, opinan desde lo que quiere Magnetto. Es como un pájaro y un hipopótamo, son funcionales: uno necesita políticos que cuando tengan la oportunidad de gobernar el país vuelvan los términos de la ley de la democracia para atrás, hacia los términos de la dictadura que le son funcionales a Magnetto. Y los políticos de la oposición necesitan una construcción de imagen a partir de los medios que tiene el grupo.

Uno tiene la fuerte sensación que muchos no son más que telepolíticos sin otro sustento que esos minutos de exposición en la pantalla monopólica.
¿Dónde tienen sus comités, sus unidades básicas, sus centros sociales, bibliotecas? ¿Dónde participan? Participan en los sets televisivos, participan en los diarios, participan en las propagandas que les dan las señales del multimedio, donde aparecen las reflexiones de estos políticos como si fueran ideas fuerza, que después se derrumban rápidamente. Por eso la oposición ha perdido predicamento, porque no están construyendo desde su mirada sino que han entregado su mirada al diseño del monopolio.

En contraposición a la concepción de política mediática, están trabajando fuerte con las casas compañeras.
Las casas compañeras de los militantes del proyecto nacional tienen un objetivo: generar reflexión para Cristina 2011, poder discutir materiales, ver películas, participar en el barrio. Estas casas compañeras, sobre todo, son la expresión de un sector social que durante muchos años no se sintió convocado por la participación política, porque la política coqueteaba con los poderes y nadie hacía ningún esfuerzo por formar parte de ese ejército de chupamedias del poder. Pero a partir de las políticas de Néstor y Cristina sectores que nunca se comprometieron sienten la necesidad de acompañar a este gobierno. Y aparte las casas compañeras son un medio de visibilidad ante los medios de comunicación que nos han invisibilizado, nos quieren hacer creer que lo que nos pasa a nosotros con el proyecto nacional, nos pasa a nosotros solos. Pero somos un montón de compañeros que vibramos en la misma frecuencia, que tenemos un espíritu superior a la razón individual, que nos sentimos interpretados en el otro.

¿Qué ves para el futuro?
Yo, en lo individual, me veo en cualquier lugar, en el lugar que haga falta. Lo bueno de este proyecto es que ya tiene varios años y nos conocemos mucho, conocemos las potencialidades y la convicción de cada compañero, sabemos del compañero que está por convicción con el proyecto y el que está por especulación. Yo formo parte de este proyecto nacional aún no esté en ningún lugar institucional porque desde la militancia voy a estar siempre. Y me parece que es un momento para que no haya vanidades, por que la vanidad es lo que más atenta contra la construcción política de un proyecto colectivo. No tengo expectativas locas personales, sí quiero el mejor lugar para los compañeros que interpretaron a Néstor e interpretan a Cristina, que haya compañeros con convicción en todos los espacios.

Entrevista: Rubén Fernández Lisso

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Nunca hubo un gobierno que se animara a romper con los poderes como el de Néstor y el de Cristina.

Cablevisión tiene el 80% del mercado en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, es una posición dominante muy compleja.

El grupo monopólico no está acostumbrado a cumplir con la ley, está acostumbrado a que los gobiernos hagan las leyes que satisfagan sus necesidades.

Deportes para Todos se pudo hacer porque se están aplicando los términos de la Ley: que acontecimientos deportivos de carácter relevante se vean por televisión abierta.

El grupo monopólico tiene un proyecto político que está intentando imponer sus propios candidatos en octubre

Por primera vez empresas que habían seguido la línea editorial de Clarín se dieron cuenta que el texto de la Ley no solo incluye y democratiza sino que también les es favorable.

Nadie quiere cercenar las voces que están, las voces que están que sigan estando, pero que convivan con otras y con otros puntos de vista.

La vanidad es lo que más atenta contra la construcción política de un proyecto colectivo.

La sanción por incumplimiento de la grilla es una falta grave y la sumatoria de cuatro faltas graves es caducidad de licencia.

En este caso lo que se lleva adelante es una transformación que tiene los objetivos de justicia social e inclusión, para eso tenés que cuestionar a los poderes.

la ley de medios lo que garantiza es que haya pluralismo, que haya otro punto de vista, que haya nuevas voces.

“El peronismo siempre tuvo una ubicación molesta dentro del mundo de la cultura”


Reportaje a Daniel Santoro, artista plástico.
Habiendo tantos artistas ¿Por qué creés que son tan pocos los que refirieron en su obra un hecho tan trascendente como es el peronismo?
El peronismo siempre tuvo una ubicación molesta dentro del mundo de la cultura y es ahí donde yo lo quiero contrastar, precisamente con ese mundo de la cultura que lo negó. El mundo de la cultura prefirió dejar al peronismo en un lugar de descarte y de olvido. Incluso a través de hechos históricos tremendos como los bombardeos en Plaza de Mayo, que el mundo del arte nunca registró. Recordemos que en el ambiente de las artes plásticas, siguiéndolo un poco a Picasso, los pintores hicieron de El Guernica una referencia ineludible. Y era el mismo momento en que estaban ocurriendo los bombardeos en Plaza de Mayo y ningún pintor de esos se conmovió mínimamente por ese hecho trágico, aunque sí se conmovieron por hechos que sucedían lejanamente. El peronismo nunca terminó de calificar para ese sector de la cultura y su presencia siempre fue ignorada.
¿De ahí tu interés por expresar al peronismo dentro del arte político?
A mí me gusta colocar al peronismo en la clasificación del estándar político porque hasta ahora, por ejemplo, siempre que se hacía una muestra de arte político se suponía que el arte político tenía una filiación directa con la izquierda. O sea, todo el imaginario del arte político tiene que ver con el imaginario que genera la izquierda y el peronismo no entra en eso. Entonces todo el imaginario del peronismo parecería ser que no era arte político. Ahí es donde yo empecé con mi obra y eso produjo cierta revulsión, cierto rechazo incluso o polémica, aunque finalmente lo tuvieron que aceptar. Yo siempre me acuerdo lo que decía el gordo Soriano con uno de sus personajes: yo en política no me meto, yo soy peronista. En el mundo de la pintura parecería ser que el peronismo no es política, porque no tiene los emblemas de la izquierda. En estos años se empezó a abrir este mundo para incorporar desde el arte la simbología política que fue generada por el peronismo, que tiene que ver con nuestra identidad cultural.
¿Desde cuándo sentís que el peronismo y tu arte están unidos?
Yo empecé a trabajar este asunto del peronismo como totalidad, más allá de lo político, lo abordo desde el punto de vista de la cultura, de la identidad. Por eso no es una obra que tenga que ver con la propaganda política sino que es una indagación crítica, incluso es una visión descarnada. No busco lugares celebratorios del peronismo sino al contrario, me interesan más los lugares oscuros del peronismo, los lugares de la polémica, porque ahí es donde se revela esta sustancia que hace del peronismo una continuidad. El peronismo amalgama una forma compleja de construcción de identidad.
¿Sentís que con Cristina Juanito Laguna no va quedar tirado afuera de la ciudad?
Estamos todos en ese ínterin de cambiar algunas realidades para que sean instaladas definitivamente. La Asignación Universal por Hijo es la reubicación de Juanito en una escuela, esa es un poco la metáfora que estamos viviendo ahora. Juanito simbólicamente era del 55, nace pobre y sin un guardapolvos y entonces termina en un basural, que es cuando empieza a pintar Antonio Berni, que es el verdadero creador de Juanito. Ahí tenemos el problema de Berni: era del partido comunista entonces no quería tener nada que ver con el peronismo, a pesar de que no era gorila y era, sin dudas, un gran pintor. Pero digamos que no tenía ninguna simpatía con el peronismo entonces negaba toda la parte anterior al 55. Es llamativo que en ninguna de las chapas que pintó Berni nunca hubiera ninguna pintada peronista.
Bueno, parece que hay sectores hipócritas que prefieren negar lo que no quieren aceptar.
Hay una hipocresía tremenda que también estamos viviendo ahora, sin duda. Uno lo ve cuando se indigna a la mañana leyendo los diarios, que revelan una tremenda hipocresía y lo pueden hacer porque son los diarios que tienen más circulación, lo que es extraño porque, por lo menos ahora, están basados en la mentira. Sin embargo eso no merma su circulación dentro de la sociedad porque la sociedad está adaptada a ese tipo de hipocresía, parece ser que esa campana es la quieren escuchar. Esa es una desgracia de nuestra clase media y el mundo de la cultura es el gran constructor de esa hipocresía. Para que la gente lo entienda: no hay ninguna diferencia entre lo que sería la Sociedad Rural Argentina y la organización ArteBA, son los mismos intereses, al punto que Cristina no puede ir a la inauguración de ArteBA como no puede ir a la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural, porque sería rechazada, abucheada y demás.
Supongo que esto también tiene que ver con el desconocimiento que tenemos de muchos artistas que tienen una obra importantísima y la sociedad no tiene idea de que existen
Cuando los artistas que no le interesan al poder, si no pueden ser rechazados, pasan a ser aceptados marginalmente. Los meten en un rincón, te preparan un estante especial para que no molestes. Ahora con mi obra no tengo ningún problema porque puedo exhibir, me hacen notas de los diarios, es como que ya estoy clasificado y como no me pueden ignorar, me aceptan de alguna manera.
¿Como el artista peronista?
Claro, te ponen un rótulo y te ubican en un casillero para que te quedes tranquilo. Pero yo cuando puedo le doy un poco de pelea a la cuestión.
Daniel Santoro nació en Buenos Aires en 1954. Estudió en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Concurrió al taller de Osvaldo Attila. Trabajó como realizador escenógrafo en el Teatro Colón entre 1980 y 1991. En 1985 realizó numerosos viajes por Oriente exponiendo en diversos museos y galerias de arte. Es uno de los referentes más destacados de las artes plásticas argentinas.




Destacado:
No hay ninguna diferencia entre lo que sería la Sociedad Rural Argentina y la organización ArteBA, son los mismos intereses, al punto que Cristina no puede ir a la inauguración de ArteBA como no puede ir a la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural, porque sería rechazada, abucheada y demás.
Los pintores hicieron de El Guernica una referencia ineludible. Y era el mismo momento en que estaban ocurriendo los bombardeos en Plaza de Mayo y ningún pintor de esos se conmovió mínimamente por ese hecho trágico.
Es llamativo que en ninguna de las chapas que pintó Berni nunca hubiera ninguna pintada peronista.