martes, 19 de abril de 2011

Gabriel Mariotto: “La oposición baila al ritmo del señor Magnetto”

Entrevista a Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual

El titular de AFSCA anunció que “estamos en condiciones de concursar 16 canales más” para la televisión abierta, más los que la ley de medios de la democracia le asigna a las provincias y a las universidades nacionales. A esto se suma el 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro. También, que habrá una medidora de rating en la Universidad de San Martín cuya información será de acceso libre.

¿Vamos a seguir viendo siempre los mismos canales en televisión abierta?
Estamos trabajando un plan técnico para llamar a concurso de nuevas señales de televisión, que va a producir un mapa totalmente distinto. El mapa de la televisión argentina atrasa cincuenta años: el Canal 7 que empezó en 1951, en el 60 llegaron los canales 9, 11 y 13, y en el 68 llegó Canal 2. Hoy solamente ocho ciudades del interior del país tienen dos canales de televisión y el resto, en el mejor de los casos, uno. En el país hay 25 señales de televisión abierta concursadas y nosotros estamos en condiciones de concursar, por lo pronto, 16 canales más. Esto, más la asignación directa que el Estado le da a las provincias y a las universidades nacionales, y el 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro, va a ser una plataforma de cambio cultural importante en la Argentina.

Siempre me llamó la atención que no existan medios de comunicación masivos de organizaciones gremiales, clubes, partidos políticos o instituciones del Estado, si bien hoy está el Canal Encuentro que depende del Ministerio de Educación.
El Estado tiene que emitir y va a cumplir el rol que dejó de cumplir durante muchos años. En la época liberal el Estado se retiró de sus lugares y también se retiró de la comunicación, tanto en la dictadura como en la época neoliberal posterior. Por eso queremos al Estado emitiendo, cumpliendo su rol, y también a las asociaciones sin fines de lucro.

¿Y si la Sociedad Rural quiere tener un canal, también puede?
Podrá tenerlo, claro, ellos hoy no lo necesitan pues ya tienen de voceros a los canales privados, pero es mucho más honesto escuchar el canal de la Sociedad Rural para ver qué dice y no que nos vendan desde un canal “objetivo” o “independiente”, que es un eslogan, en los términos de la Sociedad Rural.

En cuanto a los incumplimientos que hay de la Ley de SCA ¿Cuáles son las consecuencias que pueden tener estos grupos que se rebelan ante la Ley?
Si transgreden la Ley, en el mismo texto aprobado están previstas las sanciones. Con respecto a la grilla que no cumple Cablevisión -y que es tan impactante porque tiene el 80% del mercado en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, es decir que tiene una posición dominante muy compleja-, se exponen a sanciones que ya se le están aplicando. Son procedimientos administrativos que llevan 35 o 40 días cuando se detecta que no se han ajustado a los términos de la nueva grilla, se les hace un acta y ellos hacen un descargo. Después se analiza el descargo y si no satisface los requerimientos, se le aplica la sanción. La sanción por incumplimiento de la grilla es una falta grave y la sumatoria de cuatro faltas graves es caducidad de licencia. O sea, no es gratis no cumplir con la Ley. Pero yo creo que el grupo monopólico, que tiene un proyecto político que está intentando imponer sus propios candidatos en octubre, va a jugar certeramente a una apuesta política. Ellos no están acostumbrados a cumplir con la ley, están acostumbrados a que los gobiernos hagan las leyes que satisfagan sus necesidades. Y en este caso el Estado y sus instituciones se ajustan a derecho.

El día que firmaron el acuerdo Deportes para Todos ¿qué sentiste cuando la Presidenta tuvo conceptos muy elogiosos con la tarea que estás realizando?
Deportes para Todos es parte de la Ley, por ejemplo. Se pudo hacer porque se están aplicando los términos de la Ley: que acontecimientos deportivos de carácter relevante se vean por televisión abierta. Incluso en las ciudades de donde son los equipos del Nacional B o del Argentino A. No solo las finales de rugby, de tenis, de hóckey, de voley, de básquet, ampliando lo que se hizo con Fútbol para Todos. Y lo más importante es que las empresas poseedoras de derechos acompañaron el convenio y en nuestras provincias ya se están viendo los partidos del Nacional B: en San Juan, en Tucumán, en Córdoba, en Entre Ríos, ahora seguramente en Rosario. Es un hecho muy importante, porque por primera vez empresas que habían seguido la línea editorial de Clarín, se dieron cuenta que el texto de la Ley no solo incluye y democratiza sino que también les es favorable. Y que les es mucho más favorable cumplir con la Ley que estar sometidos al diseño empresarial y político de Clarín. Eso fue muy importante y en ese contexto la Presidenta tuvo unas palabras hacia mí que son producto de su generosidad, porque todo lo que se trabajó, todo el equipo que está trabajando para la aplicación de la Ley puede llevar adelante la tarea con el respaldo y las instrucciones que recibimos permanentemente de ella.

Me imagino que pelear con los multimedios debe ser una tarea fenomenal, teniendo en cuenta el poder de maniobrar en las sombras con que cuenta el monopolio.
Sí, el trabajo es mucho y no tiene descanso, pero estamos llevando adelante lo que siempre sostuvimos. Hoy estamos aplicando lo mismo que planteábamos en los pasillos de la facultad (de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora), en las aulas, cuando alumnos, cuando docentes. Entonces no es que estamos inventando nada nuevo, sale naturalmente. Y no somos nosotros solos: nos juntamos con la gente de las universidades nacionales de La Plata, de Buenos Aires, de Rosario, de Mendoza, de Paraná, de Córdoba. Son todos compañeros que vienen laburando en la misma dirección de hace muchísimo tiempo. O sea, ha habido una masa crítica de reflexión que estaba en las universidades y que siempre estuvo en los gremios pero que nunca estuvieron en los gobiernos, porque nunca hubo un gobierno que se animara a romper con los poderes como el de Néstor y el de Cristina. Vos te acordás: los gobiernos llegaban para coquetear con los poderes. En este caso lo que se lleva adelante es una transformación que tiene los objetivos de justicia social e inclusión, para eso tenés que cuestionar a los poderes. Y la ley de medios lo que garantiza es que haya pluralismo, que haya otro punto de vista, que haya nuevas voces. Nadie quiere cercenar las voces que están, las voces que están que sigan estando, pero que convivan con otras y con otros puntos de vista.

Lo que no se puede negar es que esta Ley plantea una nueva realidad e implica cuestiones que no están ni siquiera legisladas en los llamados países más civilizados del mundo.
Sí, estamos a la vanguardia. Por lo pronto, ahí tengo una invitación del Parlamento Europeo para que expongamos sobre el caso argentino. Los Magnetto de Europa ahora son presidente, como el caso de Berlusconi en Italia. O sea que tienen algunos problemas respecto a la imposición del monopolio con los perfiles culturales y políticos de la sociedad. Y la ley argentina es vanguardista porque tiene una característica: como hemos sufrido nosotros tanto la censura, sobre todo en dictadura donde el Estado censuraba, también silenciaba, mataba, torturaba, por supuesto, lo más liviano que hizo fue censurar, pero la censura la hemos padecido tanto que cuando recuperamos las libertades de la democracia en el 83, pensamos que solucionábamos rápidamente ese aspecto y caímos en otra forma de censura que es el monopolio. Hace años que no vivimos nosotros en libertad de expresión ya sea por represión del Estado o por el imperio del monopolio. Entonces ese padecimiento nos hizo mirar el mundo y su legislación e incorporamos lo más avanzado de los tratados internacionales en derechos humanos en los aspectos de acceso a la información y libertad de expresión, y a su vez, después de tanto padecer, le pusimos nuestra propia impronta porque también teníamos cosas para decir. Ese mix de aportes de nuestra propia sensibilidad, más los avances en la legislación mundial, le dio a la legislación argentina una instalación vangardista: el 33% de reserva para que puedan emitir las sin fines de lucro es un aporte validado por el resto de los países. Hay que aclarar que aquí solamente podían emitir los que tenían fin de lucro y cuando aparece un sin fin de lucro que puede emitir, hemos ganado un amplio campo. Y por eso reservamos el espectro para que se haga efectiva esa posibilidad. Son avances que el mundo hoy está reconociendo que la ley argentina es la más vanguardista en materia de libertad de expresión. Y Frank la Rue, el relator de libertad de expresión de las Naciones Unidas, cuando llegó a la Argentina, al saludar a Cristina, dijo: -estoy saludando a la Presidenta de la libertad de expresión.

¿Avanza el proyecto de medición de rating que están encarando desde AFSCA?
A mediados del año pasado nosotros le presentamos una nota al Ministerio de Educación para consultar si había alguna universidad que estuviese en condiciones de trabajar sobre una medición de rating. Esa consulta se trasladó al Consejo Interuniversitario Nacional y ahí aparece a la cabeza la universidad de San Martín que ha creado un laboratorio de análisis social para la ciudadanía audiovisual y desde ese espacio se llevó adelante una tarea que terminó en un llamado a concurso para la adquisición de telemetel que este laboratorio va a instrumentar en una medidora de audiencia federal que cubra toda la geografía de la patria y que pueda servir de referencia para el pautado publicitario, pero también que tenga una referencia del consumo cultural de los argentinos que sea federal. Y que no esté atada a intereses comerciales ni que haya que pagar un abono para tener estos datos, porque Ibope que hace veinte años que está operando sola en la Argentina y son números son muy sospechados. Por ejemplo, Fútbol para Todos que trae consigo una audiencia muy importante no ha modificado el rating de Canal 7. Nosotros, y parte de la industria, sospechamos que los números del rating se dan antes que el canal salga al aire porque ya están repartidas las cuotas de inversión publicitaria a los canales de televisión. Entonces el número de rating va a acompañar esa decisión que se tomó previamente en otro lado.

¿Te imaginabas todo esto hace diez años?
Yo tenía la sensación de que algún día iba tener alguna opinión para dar dentro de este Comfer, pero nunca pensé que la ley de la dictadura iba a durar tanto tiempo. En el 83 las plataformas de los partidos políticos decían que iban a cambiar la ley de la dictadura. Ya en el 87 nosotros cuestionábamos la ley con un grupo de radios comunitarias muy importante del cual formábamos parte. También en el 89 pensamos que con el cambio de gobierno venía el cambio, había alguna expectativa, pero inmediatamente pasó todo lo contrario. Cuando llega el doctor Menem lo que hace es la privatización de todos los canales y nos dimos cuenta que todo iba a empeorar. Pero realmente 26 años de democracia con ley de la dictadura era impensado para cualquiera, por eso yo nunca pensé que iba a estar aportando en los términos de la nueva ley. Siempre supuse que iba a tener algún rol en el área de las comunicaciones, porque política y comunicación siempre fueron mi berretín de estudiante, de militancia. No entendíamos la militancia sin comunicación, nos parecía que era un ámbito de participación en sí misma la comunicación y la pelea por la democratización. Y a partir de la decisión que tomó la Presidenta de fortalecer el texto de la ley en distintos foros, se dio una gran participación, una gran reflexión, en distintos sectores de la sociedad, con los jóvenes sobre todo en la vanguardia, que estudiaron, aportaron, se formaron, y hoy, mientras todavía no vivamos en pluralidad, en libertad de expresión plena –porque todavía el monopolio se resiste a ajustarse a derecho y acatar la ley con algunas medidas cautelares-, esos jóvenes y estos sectores de la sociedad están activando la resignificación de una manera rebelde y constructiva de un proyecto popular.

Creo que somos cada vez más los que hacemos catarsis puteando frente al televisor.
Es que no vivimos todavía en pluralidad pero nuestras cabezas ya no se agachan en el plato de sopa mientras miramos a Mirtha Legrand, sin decir nada. Ahora vemos la televisión y volvemos a protestar, volvemos a putear cuando leemos un editorial en un diario, volvemos a putear mientras escuchamos la radio. Y eso es sanísimo porque sobre todo, desde el 55 en adelante, una información era cuestionada por quien la recibía, después, la dictadura terrible. Y desde la recuperación de la democracia, con la frustración de los ochenta y de los noventa, mirar un medio de comunicación era asistir impávido y sin cuestionamiento a una reflexión que te bajaban: lo dijo la tele, lo dijo la radio, lo leí en el diario, listo, era verdad pura, irrefutable. Y hoy esos contenidos son resignificados y cuando vemos la televisión a las doce de la noche y nos dicen: prendan y apaguen la luz, en la casa se escucha una puteada. Y eso es sano porque estamos pensando por nosotros.

Me parece increíble como se recuperó la pantalla estatal, tanto con Canal 7 como con Encuentro, que incluso marcan algunas tendencias para el resto de la televisión.
El Estado tiene que ser una usina de nuevos contenidos y empezó a mover las fichas porque no se puede esperar que estos productos vengan de los medios privados. El Estado incorpora una estética y una profundidad y a partir de ahí los privados pueden tomar ese sentido. La nueva Ley también le da a Canal 7 un directorio con una construcción plural: dos representantes del Ejecutivo, tres representantes por las Bicamerales –primera, segunda y tercera minoría-, y los dos representantes del Consejo Federal. Es una conformación amplia para que haya nuevas miradas.

¿La oposición ya nombró a sus representantes?
No, la oposición todavía baila al ritmo del señor Magnetto, porque si nombrase a los representantes de la segunda y tercera minoría, se enoja el dueño del multimedio y no los lleva más al set de televisión de él, ni los saca más en el diario. Y sigue condicionando a la oposición que por otra parte entregó su filosofía política a las editoriales de los diarios. O sea, ya no opinan desde un lugar distante al proyecto nacional, opinan desde lo que quiere Magnetto. Es como un pájaro y un hipopótamo, son funcionales: uno necesita políticos que cuando tengan la oportunidad de gobernar el país vuelvan los términos de la ley de la democracia para atrás, hacia los términos de la dictadura que le son funcionales a Magnetto. Y los políticos de la oposición necesitan una construcción de imagen a partir de los medios que tiene el grupo.

Uno tiene la fuerte sensación que muchos no son más que telepolíticos sin otro sustento que esos minutos de exposición en la pantalla monopólica.
¿Dónde tienen sus comités, sus unidades básicas, sus centros sociales, bibliotecas? ¿Dónde participan? Participan en los sets televisivos, participan en los diarios, participan en las propagandas que les dan las señales del multimedio, donde aparecen las reflexiones de estos políticos como si fueran ideas fuerza, que después se derrumban rápidamente. Por eso la oposición ha perdido predicamento, porque no están construyendo desde su mirada sino que han entregado su mirada al diseño del monopolio.

En contraposición a la concepción de política mediática, están trabajando fuerte con las casas compañeras.
Las casas compañeras de los militantes del proyecto nacional tienen un objetivo: generar reflexión para Cristina 2011, poder discutir materiales, ver películas, participar en el barrio. Estas casas compañeras, sobre todo, son la expresión de un sector social que durante muchos años no se sintió convocado por la participación política, porque la política coqueteaba con los poderes y nadie hacía ningún esfuerzo por formar parte de ese ejército de chupamedias del poder. Pero a partir de las políticas de Néstor y Cristina sectores que nunca se comprometieron sienten la necesidad de acompañar a este gobierno. Y aparte las casas compañeras son un medio de visibilidad ante los medios de comunicación que nos han invisibilizado, nos quieren hacer creer que lo que nos pasa a nosotros con el proyecto nacional, nos pasa a nosotros solos. Pero somos un montón de compañeros que vibramos en la misma frecuencia, que tenemos un espíritu superior a la razón individual, que nos sentimos interpretados en el otro.

¿Qué ves para el futuro?
Yo, en lo individual, me veo en cualquier lugar, en el lugar que haga falta. Lo bueno de este proyecto es que ya tiene varios años y nos conocemos mucho, conocemos las potencialidades y la convicción de cada compañero, sabemos del compañero que está por convicción con el proyecto y el que está por especulación. Yo formo parte de este proyecto nacional aún no esté en ningún lugar institucional porque desde la militancia voy a estar siempre. Y me parece que es un momento para que no haya vanidades, por que la vanidad es lo que más atenta contra la construcción política de un proyecto colectivo. No tengo expectativas locas personales, sí quiero el mejor lugar para los compañeros que interpretaron a Néstor e interpretan a Cristina, que haya compañeros con convicción en todos los espacios.

Entrevista: Rubén Fernández Lisso

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Nunca hubo un gobierno que se animara a romper con los poderes como el de Néstor y el de Cristina.

Cablevisión tiene el 80% del mercado en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, es una posición dominante muy compleja.

El grupo monopólico no está acostumbrado a cumplir con la ley, está acostumbrado a que los gobiernos hagan las leyes que satisfagan sus necesidades.

Deportes para Todos se pudo hacer porque se están aplicando los términos de la Ley: que acontecimientos deportivos de carácter relevante se vean por televisión abierta.

El grupo monopólico tiene un proyecto político que está intentando imponer sus propios candidatos en octubre

Por primera vez empresas que habían seguido la línea editorial de Clarín se dieron cuenta que el texto de la Ley no solo incluye y democratiza sino que también les es favorable.

Nadie quiere cercenar las voces que están, las voces que están que sigan estando, pero que convivan con otras y con otros puntos de vista.

La vanidad es lo que más atenta contra la construcción política de un proyecto colectivo.

La sanción por incumplimiento de la grilla es una falta grave y la sumatoria de cuatro faltas graves es caducidad de licencia.

En este caso lo que se lleva adelante es una transformación que tiene los objetivos de justicia social e inclusión, para eso tenés que cuestionar a los poderes.

la ley de medios lo que garantiza es que haya pluralismo, que haya otro punto de vista, que haya nuevas voces.

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