martes, 19 de abril de 2011

“El peronismo siempre tuvo una ubicación molesta dentro del mundo de la cultura”


Reportaje a Daniel Santoro, artista plástico.
Habiendo tantos artistas ¿Por qué creés que son tan pocos los que refirieron en su obra un hecho tan trascendente como es el peronismo?
El peronismo siempre tuvo una ubicación molesta dentro del mundo de la cultura y es ahí donde yo lo quiero contrastar, precisamente con ese mundo de la cultura que lo negó. El mundo de la cultura prefirió dejar al peronismo en un lugar de descarte y de olvido. Incluso a través de hechos históricos tremendos como los bombardeos en Plaza de Mayo, que el mundo del arte nunca registró. Recordemos que en el ambiente de las artes plásticas, siguiéndolo un poco a Picasso, los pintores hicieron de El Guernica una referencia ineludible. Y era el mismo momento en que estaban ocurriendo los bombardeos en Plaza de Mayo y ningún pintor de esos se conmovió mínimamente por ese hecho trágico, aunque sí se conmovieron por hechos que sucedían lejanamente. El peronismo nunca terminó de calificar para ese sector de la cultura y su presencia siempre fue ignorada.
¿De ahí tu interés por expresar al peronismo dentro del arte político?
A mí me gusta colocar al peronismo en la clasificación del estándar político porque hasta ahora, por ejemplo, siempre que se hacía una muestra de arte político se suponía que el arte político tenía una filiación directa con la izquierda. O sea, todo el imaginario del arte político tiene que ver con el imaginario que genera la izquierda y el peronismo no entra en eso. Entonces todo el imaginario del peronismo parecería ser que no era arte político. Ahí es donde yo empecé con mi obra y eso produjo cierta revulsión, cierto rechazo incluso o polémica, aunque finalmente lo tuvieron que aceptar. Yo siempre me acuerdo lo que decía el gordo Soriano con uno de sus personajes: yo en política no me meto, yo soy peronista. En el mundo de la pintura parecería ser que el peronismo no es política, porque no tiene los emblemas de la izquierda. En estos años se empezó a abrir este mundo para incorporar desde el arte la simbología política que fue generada por el peronismo, que tiene que ver con nuestra identidad cultural.
¿Desde cuándo sentís que el peronismo y tu arte están unidos?
Yo empecé a trabajar este asunto del peronismo como totalidad, más allá de lo político, lo abordo desde el punto de vista de la cultura, de la identidad. Por eso no es una obra que tenga que ver con la propaganda política sino que es una indagación crítica, incluso es una visión descarnada. No busco lugares celebratorios del peronismo sino al contrario, me interesan más los lugares oscuros del peronismo, los lugares de la polémica, porque ahí es donde se revela esta sustancia que hace del peronismo una continuidad. El peronismo amalgama una forma compleja de construcción de identidad.
¿Sentís que con Cristina Juanito Laguna no va quedar tirado afuera de la ciudad?
Estamos todos en ese ínterin de cambiar algunas realidades para que sean instaladas definitivamente. La Asignación Universal por Hijo es la reubicación de Juanito en una escuela, esa es un poco la metáfora que estamos viviendo ahora. Juanito simbólicamente era del 55, nace pobre y sin un guardapolvos y entonces termina en un basural, que es cuando empieza a pintar Antonio Berni, que es el verdadero creador de Juanito. Ahí tenemos el problema de Berni: era del partido comunista entonces no quería tener nada que ver con el peronismo, a pesar de que no era gorila y era, sin dudas, un gran pintor. Pero digamos que no tenía ninguna simpatía con el peronismo entonces negaba toda la parte anterior al 55. Es llamativo que en ninguna de las chapas que pintó Berni nunca hubiera ninguna pintada peronista.
Bueno, parece que hay sectores hipócritas que prefieren negar lo que no quieren aceptar.
Hay una hipocresía tremenda que también estamos viviendo ahora, sin duda. Uno lo ve cuando se indigna a la mañana leyendo los diarios, que revelan una tremenda hipocresía y lo pueden hacer porque son los diarios que tienen más circulación, lo que es extraño porque, por lo menos ahora, están basados en la mentira. Sin embargo eso no merma su circulación dentro de la sociedad porque la sociedad está adaptada a ese tipo de hipocresía, parece ser que esa campana es la quieren escuchar. Esa es una desgracia de nuestra clase media y el mundo de la cultura es el gran constructor de esa hipocresía. Para que la gente lo entienda: no hay ninguna diferencia entre lo que sería la Sociedad Rural Argentina y la organización ArteBA, son los mismos intereses, al punto que Cristina no puede ir a la inauguración de ArteBA como no puede ir a la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural, porque sería rechazada, abucheada y demás.
Supongo que esto también tiene que ver con el desconocimiento que tenemos de muchos artistas que tienen una obra importantísima y la sociedad no tiene idea de que existen
Cuando los artistas que no le interesan al poder, si no pueden ser rechazados, pasan a ser aceptados marginalmente. Los meten en un rincón, te preparan un estante especial para que no molestes. Ahora con mi obra no tengo ningún problema porque puedo exhibir, me hacen notas de los diarios, es como que ya estoy clasificado y como no me pueden ignorar, me aceptan de alguna manera.
¿Como el artista peronista?
Claro, te ponen un rótulo y te ubican en un casillero para que te quedes tranquilo. Pero yo cuando puedo le doy un poco de pelea a la cuestión.
Daniel Santoro nació en Buenos Aires en 1954. Estudió en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Concurrió al taller de Osvaldo Attila. Trabajó como realizador escenógrafo en el Teatro Colón entre 1980 y 1991. En 1985 realizó numerosos viajes por Oriente exponiendo en diversos museos y galerias de arte. Es uno de los referentes más destacados de las artes plásticas argentinas.




Destacado:
No hay ninguna diferencia entre lo que sería la Sociedad Rural Argentina y la organización ArteBA, son los mismos intereses, al punto que Cristina no puede ir a la inauguración de ArteBA como no puede ir a la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural, porque sería rechazada, abucheada y demás.
Los pintores hicieron de El Guernica una referencia ineludible. Y era el mismo momento en que estaban ocurriendo los bombardeos en Plaza de Mayo y ningún pintor de esos se conmovió mínimamente por ese hecho trágico.
Es llamativo que en ninguna de las chapas que pintó Berni nunca hubiera ninguna pintada peronista.

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