martes, 19 de abril de 2011

Carlos Barragán: “Cristina es una puerta enorme que se nos abrió en el país”


Carlos Barragán es guionista, músico y periodista. Sus canciones lo convirtieron en un símbolo de 678. Allí, canta la realidad para ayudar a “romper la máquina de la fábrica del periodismo independiente” porque “nos enajenaron, nos hicieron creer que había un clima de oposición absoluta al gobierno”.
¿Cuándo empezaste con las canciones?
Empezó hace mucho tiempo, años, pero obviamente cuando aparecés en la tele tiene otra repercusión. Además, porque 678 funcionó de una forma increíble. Y las canciones funcionaron para un montón de gente que las estaba necesitando.
A mí, particularmente, la canción La mierda oficialista, me puso la piel de gallina y me dio una emoción muy grande. Sentí que expresaba el sentimiento de muchos.
Sí, fue raro, a mí también me sorprendió que la gente lo recibiera así. Puede ser que uno haya captado algo que estaba en el aire, por eso pasó lo que pasó. Fue muy fuerte, como un cimbronazo. Yo vivía lo mismo que vos y muchos: me sentía solo, estábamos solos, éramos una mierda, no había nadie que estuviera de acuerdo con el gobierno, todos decían que todo era una mierda y yo salía corriendo a casa para ver 678, era el único lugarcito donde uno decía: bueno, no estoy loco. Pero había también una situación psicológica, no solo política, porque nos enajenaron. El clima que nos hicieron creer que había era de oposición absoluta al gobierno. Entonces, cuando apareció La mierda oficialista funcionó como un detonante: explotó el facebook, se produjo la autoconvocatoria, aparecieron las banderas que decían yo soy la mierda oficialista. Fue un momento increíble y lo que más me gustó fue que extendió la sensación de que no estamos solos, fue como un salvataje.
Y ahora “la gente” dice que hacés periodismo militante ¿cómo te llevás con eso?
En mi caso puede ser, porque yo me encuentro con Wirtz y me ofrece ir a Duro de Domar. Yo le dije que no quería, que quería ir a 678. El trató de convencerme de que 678 era complicado en 2009, que me iban a matar todos, que iban a decir que era una mierda de gente, corrupto y qué se yo. Pero yo me sentía bien, ya había empezado en Rock and Pop, con lo poquito que se podía hablar, porque a la Negra no le gustaba hablar de política -por lo menos en ese tiempo-, cuando se armó el bardo con el campo. Y yo ahí me decidí, hasta ese momento apoyaba tibiamente al gobierno, un apoyo más crítico que apoyo, pero a mí me convenció la piña de Delía. Al revés que a los demás, cuando Delía le pegó la piña al tipo y vi la movida de todos los medios, lo que empezó a hacer Clarín, que se quería llevar puestos a los que eran mucho mejores que lo que yo pensaba, salí a defender con lo que tenía. Y, claro, empecé a recibir andanada de críticas e insultos.
Así que llegaste a 678 entrenado
Sí, no me da vergüenza lo que creo y no tengo prejuicios porque no soy un periodista en el sentido clásico. Además, descubrir que te mienten no es tan complicado, mostrar donde están manipulando la información, lo que están escondiendo, lo que están inventando es bastante fácil. El tema es si tenés ganas de decirlo y podés tener a todos esos tipos en contra. Yo soy más militante que periodista y al mismo tiempo creo que 678 es como los tipos que rompían las máquinas en Inglaterra durante la Revolución Industrial: 678 rompió la máquina de la fábrica del periodismo independiente.
Hay que decir que además de periodista militante sos un periodista irreverente
Yo siempre pienso en Morales Solá, que se nos rió en la cara los últimos cuarenta años. Nos faltó el respeto y se caga de risa de todos cada vez que escribe un editorial. Entonces ese señor no nos respeta. Entonces, yo le escribí una canción muy respetuosa que no le gustó.
Todos sabemos que la situación que vivieron ustedes en 678 fue mucho más agraviante que la que viven los escribas del monopolio que no paran de cacarear.
Ni hablar, son unos dementes. Y encima después pueden Tenembaum, Lanata, que son muy repetuosos, cagarse de risa de las Madres y las Abuelas, tratándolas de compradas, corruptas, o como boludas que son utilizadas porque se dejan engañar. Eso es una falta de respeto grave.
¿Qué ves en Cristina?
Cristina es una puerta enorme que se nos abrió en el país de una manera de lo más inesperada y no sé si nos merecemos a Cristina y a Néstor. Nuestra dirigencia política tiene que demostrar que está a la altura de ellos dos. Cristina es un milagro, una puerta al cambio social, al cambio cultural, a un país mucho mejor que lo que tenemos. Hay que usar a Cristina de trampolín, tiene que ser nuestra base de lanzamiento del gran cohete argentino.
Destacado:
“Descubrir que te mienten no es tan complicado: El tema es si tenés ganas de decirlo y podés tener a todos esos tipos en contra”.
“Lo que más me gustó de La mierda oficialista fue que extendió la sensación de que no estamos solos”.
“Cristina es un milagro, una puerta al cambio social, al cambio cultural, a un país mucho mejor que lo que tenemos”.

Gabriel Mariotto: “La oposición baila al ritmo del señor Magnetto”

Entrevista a Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual

El titular de AFSCA anunció que “estamos en condiciones de concursar 16 canales más” para la televisión abierta, más los que la ley de medios de la democracia le asigna a las provincias y a las universidades nacionales. A esto se suma el 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro. También, que habrá una medidora de rating en la Universidad de San Martín cuya información será de acceso libre.

¿Vamos a seguir viendo siempre los mismos canales en televisión abierta?
Estamos trabajando un plan técnico para llamar a concurso de nuevas señales de televisión, que va a producir un mapa totalmente distinto. El mapa de la televisión argentina atrasa cincuenta años: el Canal 7 que empezó en 1951, en el 60 llegaron los canales 9, 11 y 13, y en el 68 llegó Canal 2. Hoy solamente ocho ciudades del interior del país tienen dos canales de televisión y el resto, en el mejor de los casos, uno. En el país hay 25 señales de televisión abierta concursadas y nosotros estamos en condiciones de concursar, por lo pronto, 16 canales más. Esto, más la asignación directa que el Estado le da a las provincias y a las universidades nacionales, y el 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro, va a ser una plataforma de cambio cultural importante en la Argentina.

Siempre me llamó la atención que no existan medios de comunicación masivos de organizaciones gremiales, clubes, partidos políticos o instituciones del Estado, si bien hoy está el Canal Encuentro que depende del Ministerio de Educación.
El Estado tiene que emitir y va a cumplir el rol que dejó de cumplir durante muchos años. En la época liberal el Estado se retiró de sus lugares y también se retiró de la comunicación, tanto en la dictadura como en la época neoliberal posterior. Por eso queremos al Estado emitiendo, cumpliendo su rol, y también a las asociaciones sin fines de lucro.

¿Y si la Sociedad Rural quiere tener un canal, también puede?
Podrá tenerlo, claro, ellos hoy no lo necesitan pues ya tienen de voceros a los canales privados, pero es mucho más honesto escuchar el canal de la Sociedad Rural para ver qué dice y no que nos vendan desde un canal “objetivo” o “independiente”, que es un eslogan, en los términos de la Sociedad Rural.

En cuanto a los incumplimientos que hay de la Ley de SCA ¿Cuáles son las consecuencias que pueden tener estos grupos que se rebelan ante la Ley?
Si transgreden la Ley, en el mismo texto aprobado están previstas las sanciones. Con respecto a la grilla que no cumple Cablevisión -y que es tan impactante porque tiene el 80% del mercado en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, es decir que tiene una posición dominante muy compleja-, se exponen a sanciones que ya se le están aplicando. Son procedimientos administrativos que llevan 35 o 40 días cuando se detecta que no se han ajustado a los términos de la nueva grilla, se les hace un acta y ellos hacen un descargo. Después se analiza el descargo y si no satisface los requerimientos, se le aplica la sanción. La sanción por incumplimiento de la grilla es una falta grave y la sumatoria de cuatro faltas graves es caducidad de licencia. O sea, no es gratis no cumplir con la Ley. Pero yo creo que el grupo monopólico, que tiene un proyecto político que está intentando imponer sus propios candidatos en octubre, va a jugar certeramente a una apuesta política. Ellos no están acostumbrados a cumplir con la ley, están acostumbrados a que los gobiernos hagan las leyes que satisfagan sus necesidades. Y en este caso el Estado y sus instituciones se ajustan a derecho.

El día que firmaron el acuerdo Deportes para Todos ¿qué sentiste cuando la Presidenta tuvo conceptos muy elogiosos con la tarea que estás realizando?
Deportes para Todos es parte de la Ley, por ejemplo. Se pudo hacer porque se están aplicando los términos de la Ley: que acontecimientos deportivos de carácter relevante se vean por televisión abierta. Incluso en las ciudades de donde son los equipos del Nacional B o del Argentino A. No solo las finales de rugby, de tenis, de hóckey, de voley, de básquet, ampliando lo que se hizo con Fútbol para Todos. Y lo más importante es que las empresas poseedoras de derechos acompañaron el convenio y en nuestras provincias ya se están viendo los partidos del Nacional B: en San Juan, en Tucumán, en Córdoba, en Entre Ríos, ahora seguramente en Rosario. Es un hecho muy importante, porque por primera vez empresas que habían seguido la línea editorial de Clarín, se dieron cuenta que el texto de la Ley no solo incluye y democratiza sino que también les es favorable. Y que les es mucho más favorable cumplir con la Ley que estar sometidos al diseño empresarial y político de Clarín. Eso fue muy importante y en ese contexto la Presidenta tuvo unas palabras hacia mí que son producto de su generosidad, porque todo lo que se trabajó, todo el equipo que está trabajando para la aplicación de la Ley puede llevar adelante la tarea con el respaldo y las instrucciones que recibimos permanentemente de ella.

Me imagino que pelear con los multimedios debe ser una tarea fenomenal, teniendo en cuenta el poder de maniobrar en las sombras con que cuenta el monopolio.
Sí, el trabajo es mucho y no tiene descanso, pero estamos llevando adelante lo que siempre sostuvimos. Hoy estamos aplicando lo mismo que planteábamos en los pasillos de la facultad (de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora), en las aulas, cuando alumnos, cuando docentes. Entonces no es que estamos inventando nada nuevo, sale naturalmente. Y no somos nosotros solos: nos juntamos con la gente de las universidades nacionales de La Plata, de Buenos Aires, de Rosario, de Mendoza, de Paraná, de Córdoba. Son todos compañeros que vienen laburando en la misma dirección de hace muchísimo tiempo. O sea, ha habido una masa crítica de reflexión que estaba en las universidades y que siempre estuvo en los gremios pero que nunca estuvieron en los gobiernos, porque nunca hubo un gobierno que se animara a romper con los poderes como el de Néstor y el de Cristina. Vos te acordás: los gobiernos llegaban para coquetear con los poderes. En este caso lo que se lleva adelante es una transformación que tiene los objetivos de justicia social e inclusión, para eso tenés que cuestionar a los poderes. Y la ley de medios lo que garantiza es que haya pluralismo, que haya otro punto de vista, que haya nuevas voces. Nadie quiere cercenar las voces que están, las voces que están que sigan estando, pero que convivan con otras y con otros puntos de vista.

Lo que no se puede negar es que esta Ley plantea una nueva realidad e implica cuestiones que no están ni siquiera legisladas en los llamados países más civilizados del mundo.
Sí, estamos a la vanguardia. Por lo pronto, ahí tengo una invitación del Parlamento Europeo para que expongamos sobre el caso argentino. Los Magnetto de Europa ahora son presidente, como el caso de Berlusconi en Italia. O sea que tienen algunos problemas respecto a la imposición del monopolio con los perfiles culturales y políticos de la sociedad. Y la ley argentina es vanguardista porque tiene una característica: como hemos sufrido nosotros tanto la censura, sobre todo en dictadura donde el Estado censuraba, también silenciaba, mataba, torturaba, por supuesto, lo más liviano que hizo fue censurar, pero la censura la hemos padecido tanto que cuando recuperamos las libertades de la democracia en el 83, pensamos que solucionábamos rápidamente ese aspecto y caímos en otra forma de censura que es el monopolio. Hace años que no vivimos nosotros en libertad de expresión ya sea por represión del Estado o por el imperio del monopolio. Entonces ese padecimiento nos hizo mirar el mundo y su legislación e incorporamos lo más avanzado de los tratados internacionales en derechos humanos en los aspectos de acceso a la información y libertad de expresión, y a su vez, después de tanto padecer, le pusimos nuestra propia impronta porque también teníamos cosas para decir. Ese mix de aportes de nuestra propia sensibilidad, más los avances en la legislación mundial, le dio a la legislación argentina una instalación vangardista: el 33% de reserva para que puedan emitir las sin fines de lucro es un aporte validado por el resto de los países. Hay que aclarar que aquí solamente podían emitir los que tenían fin de lucro y cuando aparece un sin fin de lucro que puede emitir, hemos ganado un amplio campo. Y por eso reservamos el espectro para que se haga efectiva esa posibilidad. Son avances que el mundo hoy está reconociendo que la ley argentina es la más vanguardista en materia de libertad de expresión. Y Frank la Rue, el relator de libertad de expresión de las Naciones Unidas, cuando llegó a la Argentina, al saludar a Cristina, dijo: -estoy saludando a la Presidenta de la libertad de expresión.

¿Avanza el proyecto de medición de rating que están encarando desde AFSCA?
A mediados del año pasado nosotros le presentamos una nota al Ministerio de Educación para consultar si había alguna universidad que estuviese en condiciones de trabajar sobre una medición de rating. Esa consulta se trasladó al Consejo Interuniversitario Nacional y ahí aparece a la cabeza la universidad de San Martín que ha creado un laboratorio de análisis social para la ciudadanía audiovisual y desde ese espacio se llevó adelante una tarea que terminó en un llamado a concurso para la adquisición de telemetel que este laboratorio va a instrumentar en una medidora de audiencia federal que cubra toda la geografía de la patria y que pueda servir de referencia para el pautado publicitario, pero también que tenga una referencia del consumo cultural de los argentinos que sea federal. Y que no esté atada a intereses comerciales ni que haya que pagar un abono para tener estos datos, porque Ibope que hace veinte años que está operando sola en la Argentina y son números son muy sospechados. Por ejemplo, Fútbol para Todos que trae consigo una audiencia muy importante no ha modificado el rating de Canal 7. Nosotros, y parte de la industria, sospechamos que los números del rating se dan antes que el canal salga al aire porque ya están repartidas las cuotas de inversión publicitaria a los canales de televisión. Entonces el número de rating va a acompañar esa decisión que se tomó previamente en otro lado.

¿Te imaginabas todo esto hace diez años?
Yo tenía la sensación de que algún día iba tener alguna opinión para dar dentro de este Comfer, pero nunca pensé que la ley de la dictadura iba a durar tanto tiempo. En el 83 las plataformas de los partidos políticos decían que iban a cambiar la ley de la dictadura. Ya en el 87 nosotros cuestionábamos la ley con un grupo de radios comunitarias muy importante del cual formábamos parte. También en el 89 pensamos que con el cambio de gobierno venía el cambio, había alguna expectativa, pero inmediatamente pasó todo lo contrario. Cuando llega el doctor Menem lo que hace es la privatización de todos los canales y nos dimos cuenta que todo iba a empeorar. Pero realmente 26 años de democracia con ley de la dictadura era impensado para cualquiera, por eso yo nunca pensé que iba a estar aportando en los términos de la nueva ley. Siempre supuse que iba a tener algún rol en el área de las comunicaciones, porque política y comunicación siempre fueron mi berretín de estudiante, de militancia. No entendíamos la militancia sin comunicación, nos parecía que era un ámbito de participación en sí misma la comunicación y la pelea por la democratización. Y a partir de la decisión que tomó la Presidenta de fortalecer el texto de la ley en distintos foros, se dio una gran participación, una gran reflexión, en distintos sectores de la sociedad, con los jóvenes sobre todo en la vanguardia, que estudiaron, aportaron, se formaron, y hoy, mientras todavía no vivamos en pluralidad, en libertad de expresión plena –porque todavía el monopolio se resiste a ajustarse a derecho y acatar la ley con algunas medidas cautelares-, esos jóvenes y estos sectores de la sociedad están activando la resignificación de una manera rebelde y constructiva de un proyecto popular.

Creo que somos cada vez más los que hacemos catarsis puteando frente al televisor.
Es que no vivimos todavía en pluralidad pero nuestras cabezas ya no se agachan en el plato de sopa mientras miramos a Mirtha Legrand, sin decir nada. Ahora vemos la televisión y volvemos a protestar, volvemos a putear cuando leemos un editorial en un diario, volvemos a putear mientras escuchamos la radio. Y eso es sanísimo porque sobre todo, desde el 55 en adelante, una información era cuestionada por quien la recibía, después, la dictadura terrible. Y desde la recuperación de la democracia, con la frustración de los ochenta y de los noventa, mirar un medio de comunicación era asistir impávido y sin cuestionamiento a una reflexión que te bajaban: lo dijo la tele, lo dijo la radio, lo leí en el diario, listo, era verdad pura, irrefutable. Y hoy esos contenidos son resignificados y cuando vemos la televisión a las doce de la noche y nos dicen: prendan y apaguen la luz, en la casa se escucha una puteada. Y eso es sano porque estamos pensando por nosotros.

Me parece increíble como se recuperó la pantalla estatal, tanto con Canal 7 como con Encuentro, que incluso marcan algunas tendencias para el resto de la televisión.
El Estado tiene que ser una usina de nuevos contenidos y empezó a mover las fichas porque no se puede esperar que estos productos vengan de los medios privados. El Estado incorpora una estética y una profundidad y a partir de ahí los privados pueden tomar ese sentido. La nueva Ley también le da a Canal 7 un directorio con una construcción plural: dos representantes del Ejecutivo, tres representantes por las Bicamerales –primera, segunda y tercera minoría-, y los dos representantes del Consejo Federal. Es una conformación amplia para que haya nuevas miradas.

¿La oposición ya nombró a sus representantes?
No, la oposición todavía baila al ritmo del señor Magnetto, porque si nombrase a los representantes de la segunda y tercera minoría, se enoja el dueño del multimedio y no los lleva más al set de televisión de él, ni los saca más en el diario. Y sigue condicionando a la oposición que por otra parte entregó su filosofía política a las editoriales de los diarios. O sea, ya no opinan desde un lugar distante al proyecto nacional, opinan desde lo que quiere Magnetto. Es como un pájaro y un hipopótamo, son funcionales: uno necesita políticos que cuando tengan la oportunidad de gobernar el país vuelvan los términos de la ley de la democracia para atrás, hacia los términos de la dictadura que le son funcionales a Magnetto. Y los políticos de la oposición necesitan una construcción de imagen a partir de los medios que tiene el grupo.

Uno tiene la fuerte sensación que muchos no son más que telepolíticos sin otro sustento que esos minutos de exposición en la pantalla monopólica.
¿Dónde tienen sus comités, sus unidades básicas, sus centros sociales, bibliotecas? ¿Dónde participan? Participan en los sets televisivos, participan en los diarios, participan en las propagandas que les dan las señales del multimedio, donde aparecen las reflexiones de estos políticos como si fueran ideas fuerza, que después se derrumban rápidamente. Por eso la oposición ha perdido predicamento, porque no están construyendo desde su mirada sino que han entregado su mirada al diseño del monopolio.

En contraposición a la concepción de política mediática, están trabajando fuerte con las casas compañeras.
Las casas compañeras de los militantes del proyecto nacional tienen un objetivo: generar reflexión para Cristina 2011, poder discutir materiales, ver películas, participar en el barrio. Estas casas compañeras, sobre todo, son la expresión de un sector social que durante muchos años no se sintió convocado por la participación política, porque la política coqueteaba con los poderes y nadie hacía ningún esfuerzo por formar parte de ese ejército de chupamedias del poder. Pero a partir de las políticas de Néstor y Cristina sectores que nunca se comprometieron sienten la necesidad de acompañar a este gobierno. Y aparte las casas compañeras son un medio de visibilidad ante los medios de comunicación que nos han invisibilizado, nos quieren hacer creer que lo que nos pasa a nosotros con el proyecto nacional, nos pasa a nosotros solos. Pero somos un montón de compañeros que vibramos en la misma frecuencia, que tenemos un espíritu superior a la razón individual, que nos sentimos interpretados en el otro.

¿Qué ves para el futuro?
Yo, en lo individual, me veo en cualquier lugar, en el lugar que haga falta. Lo bueno de este proyecto es que ya tiene varios años y nos conocemos mucho, conocemos las potencialidades y la convicción de cada compañero, sabemos del compañero que está por convicción con el proyecto y el que está por especulación. Yo formo parte de este proyecto nacional aún no esté en ningún lugar institucional porque desde la militancia voy a estar siempre. Y me parece que es un momento para que no haya vanidades, por que la vanidad es lo que más atenta contra la construcción política de un proyecto colectivo. No tengo expectativas locas personales, sí quiero el mejor lugar para los compañeros que interpretaron a Néstor e interpretan a Cristina, que haya compañeros con convicción en todos los espacios.

Entrevista: Rubén Fernández Lisso

Destacados:

Nunca hubo un gobierno que se animara a romper con los poderes como el de Néstor y el de Cristina.

Cablevisión tiene el 80% del mercado en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, es una posición dominante muy compleja.

El grupo monopólico no está acostumbrado a cumplir con la ley, está acostumbrado a que los gobiernos hagan las leyes que satisfagan sus necesidades.

Deportes para Todos se pudo hacer porque se están aplicando los términos de la Ley: que acontecimientos deportivos de carácter relevante se vean por televisión abierta.

El grupo monopólico tiene un proyecto político que está intentando imponer sus propios candidatos en octubre

Por primera vez empresas que habían seguido la línea editorial de Clarín se dieron cuenta que el texto de la Ley no solo incluye y democratiza sino que también les es favorable.

Nadie quiere cercenar las voces que están, las voces que están que sigan estando, pero que convivan con otras y con otros puntos de vista.

La vanidad es lo que más atenta contra la construcción política de un proyecto colectivo.

La sanción por incumplimiento de la grilla es una falta grave y la sumatoria de cuatro faltas graves es caducidad de licencia.

En este caso lo que se lleva adelante es una transformación que tiene los objetivos de justicia social e inclusión, para eso tenés que cuestionar a los poderes.

la ley de medios lo que garantiza es que haya pluralismo, que haya otro punto de vista, que haya nuevas voces.

“El peronismo siempre tuvo una ubicación molesta dentro del mundo de la cultura”


Reportaje a Daniel Santoro, artista plástico.
Habiendo tantos artistas ¿Por qué creés que son tan pocos los que refirieron en su obra un hecho tan trascendente como es el peronismo?
El peronismo siempre tuvo una ubicación molesta dentro del mundo de la cultura y es ahí donde yo lo quiero contrastar, precisamente con ese mundo de la cultura que lo negó. El mundo de la cultura prefirió dejar al peronismo en un lugar de descarte y de olvido. Incluso a través de hechos históricos tremendos como los bombardeos en Plaza de Mayo, que el mundo del arte nunca registró. Recordemos que en el ambiente de las artes plásticas, siguiéndolo un poco a Picasso, los pintores hicieron de El Guernica una referencia ineludible. Y era el mismo momento en que estaban ocurriendo los bombardeos en Plaza de Mayo y ningún pintor de esos se conmovió mínimamente por ese hecho trágico, aunque sí se conmovieron por hechos que sucedían lejanamente. El peronismo nunca terminó de calificar para ese sector de la cultura y su presencia siempre fue ignorada.
¿De ahí tu interés por expresar al peronismo dentro del arte político?
A mí me gusta colocar al peronismo en la clasificación del estándar político porque hasta ahora, por ejemplo, siempre que se hacía una muestra de arte político se suponía que el arte político tenía una filiación directa con la izquierda. O sea, todo el imaginario del arte político tiene que ver con el imaginario que genera la izquierda y el peronismo no entra en eso. Entonces todo el imaginario del peronismo parecería ser que no era arte político. Ahí es donde yo empecé con mi obra y eso produjo cierta revulsión, cierto rechazo incluso o polémica, aunque finalmente lo tuvieron que aceptar. Yo siempre me acuerdo lo que decía el gordo Soriano con uno de sus personajes: yo en política no me meto, yo soy peronista. En el mundo de la pintura parecería ser que el peronismo no es política, porque no tiene los emblemas de la izquierda. En estos años se empezó a abrir este mundo para incorporar desde el arte la simbología política que fue generada por el peronismo, que tiene que ver con nuestra identidad cultural.
¿Desde cuándo sentís que el peronismo y tu arte están unidos?
Yo empecé a trabajar este asunto del peronismo como totalidad, más allá de lo político, lo abordo desde el punto de vista de la cultura, de la identidad. Por eso no es una obra que tenga que ver con la propaganda política sino que es una indagación crítica, incluso es una visión descarnada. No busco lugares celebratorios del peronismo sino al contrario, me interesan más los lugares oscuros del peronismo, los lugares de la polémica, porque ahí es donde se revela esta sustancia que hace del peronismo una continuidad. El peronismo amalgama una forma compleja de construcción de identidad.
¿Sentís que con Cristina Juanito Laguna no va quedar tirado afuera de la ciudad?
Estamos todos en ese ínterin de cambiar algunas realidades para que sean instaladas definitivamente. La Asignación Universal por Hijo es la reubicación de Juanito en una escuela, esa es un poco la metáfora que estamos viviendo ahora. Juanito simbólicamente era del 55, nace pobre y sin un guardapolvos y entonces termina en un basural, que es cuando empieza a pintar Antonio Berni, que es el verdadero creador de Juanito. Ahí tenemos el problema de Berni: era del partido comunista entonces no quería tener nada que ver con el peronismo, a pesar de que no era gorila y era, sin dudas, un gran pintor. Pero digamos que no tenía ninguna simpatía con el peronismo entonces negaba toda la parte anterior al 55. Es llamativo que en ninguna de las chapas que pintó Berni nunca hubiera ninguna pintada peronista.
Bueno, parece que hay sectores hipócritas que prefieren negar lo que no quieren aceptar.
Hay una hipocresía tremenda que también estamos viviendo ahora, sin duda. Uno lo ve cuando se indigna a la mañana leyendo los diarios, que revelan una tremenda hipocresía y lo pueden hacer porque son los diarios que tienen más circulación, lo que es extraño porque, por lo menos ahora, están basados en la mentira. Sin embargo eso no merma su circulación dentro de la sociedad porque la sociedad está adaptada a ese tipo de hipocresía, parece ser que esa campana es la quieren escuchar. Esa es una desgracia de nuestra clase media y el mundo de la cultura es el gran constructor de esa hipocresía. Para que la gente lo entienda: no hay ninguna diferencia entre lo que sería la Sociedad Rural Argentina y la organización ArteBA, son los mismos intereses, al punto que Cristina no puede ir a la inauguración de ArteBA como no puede ir a la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural, porque sería rechazada, abucheada y demás.
Supongo que esto también tiene que ver con el desconocimiento que tenemos de muchos artistas que tienen una obra importantísima y la sociedad no tiene idea de que existen
Cuando los artistas que no le interesan al poder, si no pueden ser rechazados, pasan a ser aceptados marginalmente. Los meten en un rincón, te preparan un estante especial para que no molestes. Ahora con mi obra no tengo ningún problema porque puedo exhibir, me hacen notas de los diarios, es como que ya estoy clasificado y como no me pueden ignorar, me aceptan de alguna manera.
¿Como el artista peronista?
Claro, te ponen un rótulo y te ubican en un casillero para que te quedes tranquilo. Pero yo cuando puedo le doy un poco de pelea a la cuestión.
Daniel Santoro nació en Buenos Aires en 1954. Estudió en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Concurrió al taller de Osvaldo Attila. Trabajó como realizador escenógrafo en el Teatro Colón entre 1980 y 1991. En 1985 realizó numerosos viajes por Oriente exponiendo en diversos museos y galerias de arte. Es uno de los referentes más destacados de las artes plásticas argentinas.




Destacado:
No hay ninguna diferencia entre lo que sería la Sociedad Rural Argentina y la organización ArteBA, son los mismos intereses, al punto que Cristina no puede ir a la inauguración de ArteBA como no puede ir a la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural, porque sería rechazada, abucheada y demás.
Los pintores hicieron de El Guernica una referencia ineludible. Y era el mismo momento en que estaban ocurriendo los bombardeos en Plaza de Mayo y ningún pintor de esos se conmovió mínimamente por ese hecho trágico.
Es llamativo que en ninguna de las chapas que pintó Berni nunca hubiera ninguna pintada peronista.

“La estrella del kirchnerismo es la juventud”


Carlos Figueroa, militante y periodista de Duro de Domar
Se anda diciendo que sos el periodista estrella del kirchnerismo
No, no creo que sea el periodista estrella del kirchnerismo, la estrella del kirchnerismo es la juventud. A mí me parece que se logró ocupar un vacío que faltaba, así como 678 vino a ocupar un espacio, la gente se sintió identificada con algunas preguntas que hice y empezamos a ocupar un espacio que hacía falta.
Supongo que alguna gente se siente muy incómoda cuando te ve aparecer micrófono en mano.
Sí, sí, pero la verdad es que me tratan mucho mejor que lo que muchos piensan, porque nosotros vamos a discutir ideas, no faltamos el respeto, no chicanemos. Vamos a discutir ideas y a hacer planteos de fondo.
Fue muy fuerte lo que pasó con Majul el día que le hiciste la nota, ¿cómo lo viviste?
Ahí me parece que se notó la diferencia entre la soberbia y el egocentrismo de algunos periodistas y los que vamos con humildad a hacer nuestro laburo. En esa nota quedaron reflejadas las dos formas de hacer periodismo que quedaron confrontadas.
Se está hablando mucho de periodismo militante, ¿qué opinás al respecto?
Qué se yo. La verdad es que yo milito cuando voy al barrio, y la tarea periodística la tomo como un laburo no como militancia. Yo defiendo las mismas ideas que vengo defendiendo desde antes de que exista el kirchnerismo y hoy lo hago desde el lugar que me toca en el periodismo, en ese sentido se puede tomar como militancia, pero más como una militancia por las ideas, por los valores, que como una militancia orgánica. Es medio difícil hacer periodismo pensando en una orgánica, uno se sentiría encorsetado.
¿Hace mucho que trabajás de periodista?
No, hace un año. Yo soy abogado.
O sea que agarraste un micrófono y empezaste a hacer notas
Sí, otras veces que había agarrado el micrófono fue para alguna charla en la facultad o en algún acto, después nunca.
¿Y dejaste de tocar el bombo y cantar en el medio de las marchas?
Ahora vengo a las marchas a trabajar, así que me pierdo un poco esa parte tan linda de la militancia que es la mística, la movilización y el agite, que para mí siempre fue la cosa más linda, la que más me gusta de la política.
Destacado:
Es medio difícil hacer periodismo pensando en una orgánica, uno se sentiría encorsetado.
La mística, la movilización y el agite fue siempre lo que más me gustó de la política.

Alejandro Apo: “Ahora el fútbol es un patrimonio cultural de todos”

Alejandro Apo es uno de los referentes del Fútbol para Todos y celebra que “finalmente la gente ha recuperado la capacidad para ver el fútbol en cualquier lugar, con su familia, con sus hijos”. Además, asegura que “El Fútbol para Todos es el botón grande que mostró lo que significaba la plena apertura que se va a producir con la nueva Ley de Servicios Audiovisuales”.

¿Qué te hace sentir ser parte del Fútbol para Todos?

Alejandro Apo: Una gran responsabilidad y un gran placer, porque es una manera de recuperar para los futboleros a la televización en directo de los partidos sin tener que pagar grandes precios ni sufrir esas humillaciones que tuvimos que soportar durante años porque la televisión hacía esa discriminación de determinar que si tenías plata mirabas el partido y si no tenías plata veías la tribuna. Televisaban las tribunas y un chico relataba los partidos y decía: radio para ver. Y uno nada más veía a la gente en la tribuna en vez de ver el partido.

En algunos países donde me hacen reportajes no me entienden cuando les digo esto que pasaba en la Argentina, pero pasaba porque el monopolio les permitía la impunidad de hacer lo que a ellos se les cantara. Si vos eras hincha de un equipo chico que jugaba en Rosario el viernes, vos veías los goles recién el domingo a la noche en los programas de ellos. Mientras tanto no te pasaban los goles y ahora esos mismos programas, no tienen vergüenza la verdad, pasan los goles de Fútbol para Todos cada cinco minutos.

Bueno, eso muestra que ahora el fútbol no pertenece a ninguna casta y hasta los que nos negaron la información durante muchos años tienen derecho a transmitirla

A.A.: La verdad es que la idea del Fútbol para Todos es extraordinaria. Quitarle al monopolio el manejo de lo que es nuestro, de lo que es el derecho a la información natural y que finalmente generó que la decisión del gobierno haya sido la que correspondía naturalmente a la situación. Ahora se está naturalizando una situación que había sido antinatural y que ellos habían puesto como natural: que esperáramos los goles tres días, que nos cobraran lo que quisieran, finalmente la gente ha recuperado la capacidad para ver el fútbol en cualquier lugar, con su familia, con sus hijos. Cualquiera en cualquier punto del país se puede sentar a ver los partidos. Y a mí, integrar este grupo me llena de orgullo, porque nosotros lo único que hacemos es acompañar la imagen con nuestros relatos y comentarios. Después está la vieja discusión de qué comentarista le gusta a uno o al otro y la cuestión de los gustos es indiscutible. Ojalá le gustemos a mucha gente.

Y además este proyecto muestra mayor amplitud con los periodistas ya que Fútbol para Todos incluye a gente que trabajó muy fuerte dentro del monopolio.

A.A.: La etapa anterior ya terminó y le estamos entregando a la gente una nueva etapa renovada, que también se plantea desde el punto de vista periodístico ya que no planteamos hacer del fútbol un show, sino hacer un servicio. Yo creo que esta es la primera muestra, el primer botón de lo que significa la apertura que significó la Ley de Medios, que todavía no está en su plenitud porque hay gente que se aferra a leyes de la dictadura en democracia. Pero yo confío mucho en que se va a poder instalar en toda su dimensión la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, porque confío mucho en la gente que ha hecho el cambio, en la militancia, en Gabriel Mariotto y en todo el grupo que ha generado que una ley que esperábamos de la democracia, democratice también los medios de comunicación y no que los tengan los monopolios que hacían negocios increíbles, al fútbol lo pusieron de rodillas como siempre denunciaba Víctor Hugo y ahora por suerte es patrimonio cultural de nosotros. El Fútbol para Todos es el botón grande que mostró lo que significaba la plena apertura que se va a producir cuando se instale en todas sus formas la nueva Ley de Servicios Audiovisuales. Es la manera de decir que en la Argentina nos merecemos que los medios se democraticen, que se puedan escuchar todas las voces y abrir el juego, distribuir la palabra. Lo que no permiten los monopolios cerrados, que hacían los negocios de ellos, con la gente de ellos.

Me encanta escucharte hablar de que tenemos un Fútbol para Todos que es algo nuevo, una nueva Ley de Medios que se está implementando y te quiero preguntar ¿cómo ves la nueva participación de la juventud después de tantos años?

A.A.: Estoy emocionado porque esas son las personas que nos van a mejorar, que vamos a hacer el país ese que este grupo de gente ha logrado transformar en buena parte y que se va a profundizar a partir de las organizaciones políticas, la histórica, eterna y siempre renovada juventud peronista, en todas sus vertientes. Soy muy amigo de muchas personas, los admiro, los respeto, los acompaño. Lo que ha generado este gobierno de poder poner los temas más importantes de la sociedad en la discusión, en la aparición de las marchas con los chicos interesados con la militancia, insertados en la militancia, donde los militantes naturales de siempre pueden desarrollar todos sus proyectos políticos. La verdad que es algo que le debemos agradecer por siempre a este gobierno que inició Néstor Kirchner y que ahora continúa Cristina. Eso me hace pensar que la tarea inacabable de construir un futuro mejor tiene un horizonte más limpio a partir de las políticas populares y de militancia.


Diego Gvirtz: “Se rompió el cono de silencio del discurso único”


La manipulación mediática que ejercieron los sectores corporativos durante el conflicto entre el gobierno y el campo fue el germen de 678, una idea de Diego Gvirtz, que se transformó en el programa de televisión insignia para desmoronar el cerco mediático al que nos vimos sometidos los argentinos por largas décadas.
¿Cómo surge 678?
Diego Gvirtz: Ver cómo funcionaron los medios durante el conflicto del campo, las presiones que se produjeron, me hizo pensar en una estrategia como para plantear otra realidad, fundamentalmente, por el acoso de los medios, la falta de debate y la unificación del pensamiento de todos. Entonces propongo la idea del programa y con los productores trabajamos para concretarla, convocando a gente afín para lo que queríamos hacer.
¿Y todos los convocados aceptaron?
D.G.: Alguna gente no quiso participar porque sabía a donde íbamos. Después el programa fue tomando su personalidad, su perfil propio.
¿Qué expectativas tenías en el comienzo?
D.G.: Uno cuando empieza no sabe qué es lo que va a resultar, sí sabía que era un programa que rompía con lo que se estaba diciendo en los medios en general, porque había un discurso único en ese momento. Sabía que algún impacto iba a tener, aunque arrancamos en un canal que en ese momento tenía una pantalla fría, pero fuimos creciendo desde todo punto de vista. Ahora canal Siete es otro canal, pero arrancamos en un canal flojito.
¿Te sorprendió la adhesión que generó en la gente 678?
D.G.: No solo a mí, a todos los que hacemos el programa nos fue sorprendiendo día a día. Yo venía con la idea de Facebook hace mucho tiempo, más que por nosotros, por darle bola a las redes sociales ante medios masivos tan cerrados. La red social tiene algo de comunicación horizontal donde la gente se puede comunicar entre sí. En ese momento yo veía que había una especie de cono de silencio, que era difícil defender ciertas cosas o tomar ciertas posturas, y me parecía que desde Facebook, cada uno individualmente, podía aportar al proyecto colectivo. En ese momento lo planteé en una reunión de producción -acá discutimos todo- y nadie me dio bola. Pero poco después arrancamos con el concepto, le dimos un poco de bola y eso explotó. Así y todo, en ese momento pensábamos ¿quién va a ir a la plaza por una pura convocatoria del Facebook? Porque en el programa solo lo mencionamos, a propósito le dimos poca bola para no interferir en la comunicación entre la gente, pero tampoco la ninguneamos. Yo pensé que iban a ir 500 personas, cuando me llamaron los productores que estaban ahí yo no lo podía creer (NdeR: la manifestación fue multitudinaria, ver foto).
¿Se comenzaba a romper el cerco mediático?
D.G.: Los medios tienen una injerencia, un efecto muy fuerte en la opinión pública. Y me parece que lo que pasaba -aún a mí haciendo medios y sabiendo cómo funcionan-, es que muchas veces cuando te cuentan un relato cambiado es muy difícil darte cuenta de lo que está pasando realmente. Lo que nosotros llamábamos el cono del silencio se lograba porque nadie se animaba a decir lo que pensaba, porque parecía inexpugnable el cerco mediático que habían levantando en torno a Néstor como a Cristina, su discurso no aparecía en ningún canal y así es muy difícil que la sociedad, con todos los problemas cotidianos que enfrenta, se de cuenta cómo la están manipulando.
Además de la increíble reacción de apoyo se produjeron fortísimas críticas.
D.G.: Es la situación más lógica porque en los medios había un discurso único y aparecemos nosotros mostrando ciertos niveles de manipulación o cómo le metían a la gente cosas en la cabeza. Entonces empezaron las reacciones: comenzaron a decir cosas ridículas, como que nosotros ganábamos mucho dinero y demás, en un intento de golpear las cosas que decimos en el programa. Pero yo estoy muy convencido de lo que estamos haciendo, a mí las críticas me fortalecen. De hecho, en el sistema de medios en que estamos, el día que no me critiquen es porque estaré haciendo algo mal. Pero realmente, nunca me fijé demasiado en las críticas.
¿Qué expectativas te genera la nueva ley de medios?
D.G.: Con la nueva ley los medios se van a abrir mucho, eso espero. Yo digo siempre, que si en una batalla mediática, por llamarla de alguna manera, a nuestro relato o determinadas cosas que hacemos, le va bien, va a haber más medios y van a seguir estando los que están. Si nosotros perdiéramos esa batalla, desapareceríamos y seguirían estando los medios que están. Casi que se plantea como una batalla de supervivencia, de nuestro lado, pero no del otro, con lo cual también hay una ventaja: cuando uno pelea por sobrevivir, pelea con todo lo que tiene.
¿Te genera alguna sensación especial que 678 sea un artífice indispensable para romper el cerco mediático?
D.G.: Me genera todo lo que se pueda imaginar y más, pero básicamente, son cosas que veo ahora, porque en su momento se generaron ciertas situaciones y ciertos comportamientos que me dieron miedo. Estoy hablando de mí pero también le pasaba a al equipo de trabajo. Por suerte, nada sucedió en la dimensión que uno se imaginaba y la verdad es que decirlo ahora es mucho más fácil.
¿Fue dura la transición cuando TVR cambió de canal?
D.G.: La transición fue dura: hubo situaciones desde lo personal hasta lo financiero, lo económico. Pero era obvio y era lo previsto. En Canal 13 hacer el programa era imposible y nosotros estábamos preparados para las consecuencias de lo que estábamos haciendo. Sabíamos lo que iba a pasar: no nos pagaron durante ocho meses y era difícil ir al canal. Hubo una sumatoria de hechos que entran de lo que yo llamo las reglas de juego, pero nuestro miedo era que eso vaya mucho más allá. Por suerte no pasó.
¿Quizás estemos descubriendo que vivimos en una sociedad que es mejor de los que nosotros mismos pensamos?
D.G.: Sí, claramente. Uno se va dando cuenta con el tiempo. La apertura de los medios generó que pudiéramos ver cómo llegamos a la crisis del 2001.



Lino Barañao*: “Con alta tecnología podemos triplicar el PBI"”


Reportaje al Ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación
Defiende el rol de la ciencia como “motor del desarrollo” y considera que el país puede dar “el salto tecnológico que nos permita triplicar de 8 mil a 24 mil dólares por año el producto bruto por persona”. También admite que le “sigue pareciendo increíble” que Néstor y Cristina hayan consolidado la ciencia y la tecnología como política de Estado.
¿Habías pensado en algún momento de tu vida que la Argentina podía tener un Ministerio de Ciencia y Tecnología?
L.B.: No. Yo, por así decirlo, había tirado la toalla. Incluso en un seminario dije que había perdido las esperanzas que algún gobierno reivindicara la ciencia y la tecnología como motor del desarrollo. De hecho ya estaba pensando en privatizarme (risas), en irme a trabajar de otra cosa. Esto después de haber estado militando mucho tiempo en la defensa del salario de los investigadores. Yo en el 85 fui presidente de la Asociación de Personal del CONICET.
Tengo entendido que fuiste un aguerrido gremialista
L.B.: Sí, es cierto, he cortado más de una vez la calle, lo que me impide ahora criticar a los muchachos cuando vienen (risas). Pero en ese momento costaba tanto hacer comprender la importancia de la ciencia como motor de desarrollo del país. Y lo que sucede ahora comenzó con Néstor Kirchner, que decidió por motu proprio que había que actualizar los sueldos de los investigadores sin que tuviéramos tiempo de reclamar. Y luego Cristina levanta el tema de la ciencia y la tecnología, no solo con la creación del ministerio, porque es un tema que está siempre presente en sus discursos. Es el día de hoy que me sigue pareciendo increíble. Y para mí conlleva una responsabilidad muy grande. Por suerte es una decisión fundamental que cuenta con el apoyo de todo el arco político. De hecho algunos periodistas me comentaron que cuando consultan a opositores estos les dicen que de ciencia y tecnología no quieren hablar porque tendrían que ponderar. Yo lo siento como un halago importante.
En tres años de trabajo ¿qué le aportó el Ministerio de Ciencia y Tecnología al país?
L.B.: Lo que logró es empezar a cambiar la cultura tanto del sector científico como del sector productivo respecto de la necesidad de ponerse de acuerdo y de la necesidad mutua que tienen. Un hallazgo científico no beneficia a la gente a menos que haya alguien que lo lleve a la práctica. Se necesitan dos componentes: el sector académico que investiga y el sector empresario que desarrolla y produce, lo que llamamos la innovación productiva. Ciencia, tecnología e innovación productiva marca una secuencia que tiene que darse para que la inversión que decidimos en nuestro presupuesto tenga un efecto concreto en la calidad de vida de la gente. En breve estamos brindando subsidios por 53 millones de dólares para consorcios público privados, para hacer cosas tan variadas como anticuerpos monoclonales para tratar el cáncer, revestimientos para aulas de aluminio, métodos de diagnóstico para poblaciones distantes y también desarrollos de la industria satelital, entre muchos otros proyectos.
Vos tenés una historia importante relacionado con la clonación de vacas para que produzcan leche para aplicaciones medicinales.
L.B.: Uno de los motivos por los cuales la Presidenta me convocó fue este antecedente de trabajo junto al sector productivo, con una empresa del área de la tecnología. No quería un científico puro, tradicional, sino alguien que pudiera llevar adelante esta asociación de dos culturas que son muy complementarias. Y esta conjunción de la lógica científica con la empresarial es extremadamente positiva.
A mí me da la sensación de que los científicos argentinos no van a crear un repelente de mosquitos revolucionario, que dejan la investigación para el uso popular en manos de empresarios o inventores como si fueran temas menores.
L.B.: Por eso nosotros intentamos generar una nueva cultura complementaria entre los científicos con los empresarios.
El prototipo del científico solitario metido en su cueva parece haber quedado en desuso en este tiempo de tanta presencia tecnológica.
L.B.: Es cierto que ha cambiado la visión sobre el científico, aunque hay mucho por hacer todavía, porque en ciertos ámbitos académicos persiste esta idea de cierta forma aristocrática de la ciencia, que no tiene que involucrarse con cosas mundanas. De alguna forma, directa o indirecta, se condena la vinculación con el sector productivo. Esto pasa en las grandes universidades, en las universidades más chicas o más jóvenes no representa un problema.
Hoy vivimos una fuerte disputa cultural entre quienes quieren seguir siendo el granero del mundo y quienes promueven agregar valor a los productos que exportamos.
L.B.: No hay manera de que la producción agropecuaria y la producción de manufacturas de baja intensidad tecnológica nos permita duplicar el PBI. Estamos en 8.000 dólares per capita y podríamos estar en 24 pero para eso tenemos que dar el salto a la alta tecnología, que requiere inversión en educación, requiere una cultura de valoración de la tecnología y hay que fortalecer al empresario innovador para que tenga mejor futuro que el que tiene habilidad financiera. Buena parte de nuestra historia y sobre todo en los 90, se hizo una práctica de selección darviniana que mató a cualquier empresario al que se le ocurrió poner un peso de más de lo necesario en tratar de mejorar sus productos. Por eso tenemos créditos blandos para innovadores, financiar capital de trabajo. También las entidades financieras tienen que empezar a valorar los intangibles: no puede ser que alguien que hace desarrollos de computación que se vende a nivel mundial vaya al banco y le pregunten: ¿A ver, cuántas computadoras tiene? ¿Tiene propiedades? Cuando sus productos tienen un mercado potencial de miles de millones de dólares. El sector financiero también se tiene que involucrar para financiar la producción.
Pienso que no debe ser muy común en el mundo que un científico ocupe un cargo político tan importante como un ministerio…
L.B.: Quizás no sea tan común en el mundo que conocemos, pero en China el 70% de los políticos son ingenieros. Eso también marca una diferencia. Angela Merkel, en Alemania, es física. Hay excepciones y yo creo que la investigación científica otorga ciertas pautas de comportamiento que son útiles a la política. La ciencia es una escuela de humildad, porque uno aprende a escuchar, aprende a valorar los resultados experimentales.
* Doctor en Química. Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

Destacado:
Algunos periodistas me comentaron que cuando consultan a opositores estos les dicen que de ciencia y tecnología no quieren hablar porque tendrían que ponderar. Yo lo siento como un halago importante.
Ciencia, tecnología e innovación productiva marca una secuencia que tiene que darse para que la inversión tenga un efecto concreto en la calidad de vida de la gente.
Néstor Kirchner decidió por motu proprio que había que actualizar los sueldos de los investigadores sin que tuviéramos tiempo de reclamar.
Yo había tirado la toalla. Incluso, había perdido las esperanzas que algún gobierno reivindicara la ciencia y la tecnología como motor del desarrollo.
Un hallazgo científico no beneficia a la gente a menos que haya alguien que lo lleve a la práctica.

“Las ingenierías, la química, la matemática, la computación, la geología, la meteorología, son carreras que tienen desempleo cero”


El Ministro de Ciencia y Tecnología indicó que “No hay nadie que esté recibido en esas carreras que no tenga trabajo” y destacó que “Muchos chicos que están haciendo la carrera de computación al mismo tiempo trabajan en empresas de videojuegos, con muy buenos salarios”.
Como país necesitamos que los chicos estudien carreras científicas como ingeniería, biología, química, software.
L.B.: Sí, por ejemplo, el año pasado uno de los programas más bajados en el Iphone era de una empresa argentina. Y estamos hablando de millones de usuarios. La industria del videojuego es una de las más promisorias.
¿Y qué tienen que estudiar los pibes para entrar en la industria del software?
L.B.: Tienen que estudiar alguna de las carreras de computación. Muchos chicos que están haciendo la carrera al mismo tiempo trabajan en empresas de videojuegos, con muy buenos salarios, lo que paradójicamente es un problema, porque muchos no terminan la carrera porque les pagan bien. Me contaban empresarios, que a su vez son jóvenes –alrededor de los 40 años-, que los chicos de 20 que trabajan en la empresa tienen su propio auto. No hay muchas actividades en las que alguien de 20 años pueda comprar su propio auto.
¿Y los pibes que estudian química o biología tienen salida laboral en este momento, o siguen las dificultades de siempre?
L.B.: Las ingenierías, la química, la matemática, la computación, la geología, la meteorología, son carreras que tienen desempleo cero. No hay nadie que esté recibido en esas carreras que no tenga trabajo. Mientras que al mismo tiempo hay miles de psicólogos haciendo otra cosa que la que estudiaron.
¿Es dificultoso promocionar las áreas de conocimiento que necesita el país?
L.B.: En una sociedad como la nuestra donde consideramos a la educación como un bien público, creo que hay que hacer un marketing más inteligente de las carreras científicas: hay que desmitificar esto de que las carreras científicas son difíciles cuando en realidad tienen una dificultad distinta, no mayor. No es más difícil la matemática que la psicología y esto hay que tratar de instalarlo en los secundarios. Por eso ahora estamos haciendo un canal de televisión para mostrar que las carreras científicas son divertidas y tienen buenos salarios. También vamos a mostrar las olimpíadas de matemática donde los chicos resuelven problemas de modos que los profesores no podían imaginar.
¿No influye que durante muchos años no se haya valorado a los científicos?
L.B.: Yo creo que hubo una posición dual: por un lado había una veneración por el científico, por ejemplo la imagen del doctor Leloir que sentado en una silla de paja se hizo un premio Nóbel, como si se tratara de un monje anacoreta que anduvo ayunando durante dos años. Los científicos eran valorados pero no respetados en su rol social. Y nosotros queremos pasar de eso, de la gente muy conocida que hace cosas que nadie entiende porque no se conocen, a desarrollos concretos hechos por gente desconocida. Por ejemplo, el dispenser de Coca Cola que está en Ezeiza -que parece una Ferrari-, es único en el mundo, es de una empresa de chicos argentinos que no tienen más de 25 años. Y ya se está exportando. La ciencia tiene redundar en generar puestos de trabajo legítimos.
¿Se están desarrollando vacunas?
L.B.: Estamos desarrollando vacunas para animales como un proyecto para tuberculosis en bovinos, que es una enfermedad importante desde el punto de vista de la producción. Hay un proyecto muy interesante de una plataforma para vacunas que se está haciendo en Córdoba. Y ya hay interés de algunas empresas para explotar las patentes que se están generando ahí. El país puede ubicarse como un productor de vacunas a nivel internacional, que ya empezó con la producción de vacunas para la gripe, es un tema importante, especialmente en nichos donde la Argentina puede competir eficazmente como las vacunas animales. Y la tendencia mundial es que para evitar las futuras pandemias hay que vacunar a los animales: a los cerdos para evitar la gripe porcina, a las aves para la aviar.

“En la Casa Rosada van a encontrar una persona que se va a hacer eco de la cultura y de los derechos de los trabajadores”


Cristina inauguró la nueva sede de actores e interpretes
El presidente Néstor Kirchner terminó con una injusticia que llevaba 73 años y confirió a los actores y actrices argentinos el derecho de propiedad intelectual largamente anhelado, mediante el Decreto 1914/06. En 2009, Cristina incluyó a los directores de cine.
Hace pocos días se inauguró la sede de Sociedad Artística de Gestión de Actores e Interpretes (SAGAI) que empezó a ser soñada en 1933, cuando se aprobó la Ley de Propiedad Intelectual. Los actores tuvieron que luchar décadas hasta lograr que fueron reconocidos los derechos emergentes de la creación artística.
“Cuando un dirigente de la cumbre del poder político democrático escucha un reclamo y decide terminar con una injusticia, con esta acción, ennoblece la política y le devuelve su verdadero significado: la transformación”, expresó el secretario general de la asociación Pepe Soriano.


Paola Krum: “Hay una nueva sensación de unidad y pertenencia”

¿Cómo vivís este momento de recuperación de derechos?
Paola Krum: Es un momento histórico y en esto tuvo mucho que ver Néstor Kirchner, al que estamos súper agradecidos. Esto también es un homenaje para él y al fin sucede que nuestros derechos están amparados y nos sentimos muy orgullosos. Ahora vamos a recibir lo que nos corresponde por el derecho de intérprete, que nunca se nos había reconocido.
¿Qué sentís respecto al momento político de Argentina?
P.K.: La verdad es que me da mucha ilusión y creo que hay algo muy generalizado en ese sentido, hay una nueva creencia, una nueva sensación de unidad y de pertenencia, se nota algo mucho más entero en el pueblo. Hay algo enorme de creencia nueva.
¿Valorás que participen tantas mujeres en el gobierno de Cristina?
P.K.: Eso me encanta, a todas las mujeres nos encanta. En el caso de ella, a mí, como creo que a muchas mujeres, nos enorgullece mucho que nuestra presidenta sea una mujer de estas características, con esa entereza, esa inteligencia. Yo la admiro mucho.


Pablo Echarri: “La gente que está gobernando está del lado de los trabajadores”
Finalmente los actores encuentran reivindicado el derecho a su creación…
Pablo Echarri: Se equilibró una situación que ya no podía esperar más. Esto es bueno para todos, es bueno para la sociedad porque se está reconociendo un derecho. En general, los empresarios son reticentes porque es una cuestión de dinero, básicamente. Los empresarios cuidan su parte y los trabajadores piden la suya y me parece que esto tiene que estar vigente e intacto en nuestro país.
Pero acá pasaba que siempre perdían los trabajadores y a los empresarios, en general, no les pasaba lo mismo
P.E.: Sí, claro, en general. Me parece que cuando los gobiernos fueron favorables a las relaciones con los más poderosos el trabajador fue siempre el que perdió. Históricamente ha sucedido en otro momento de la historia, y está sucediendo ahora, el hecho de que la gente que está legislando y gobernando está del lado de los trabajadores, es un tiro para el lado de la justicia.


Pepe Soriano, presidente de SAGAI
“Tenemos que exportar la imagen argentina”
¿Llegó el momento?
Pepe Soriano: Los actores esperamos 73 años para ver reconocidos nuestros derechos. Hubo gestiones de todos los colores, inclusive de muchos partidos políticos y ninguna prosperó. Hasta que Néstor Kirchner lo solucionó en pocos días y ahora tenemos a SAGAI. Si nos hubieran respetado el derecho que teníamos tal vez tendríamos diez casas como esta, cuando muchos compañeros se nos han muerto sin poder darles ni un vaso de agua. Pero las cosas llegan y llegó el momento. SAGAI existe y asiste.
¿Como es la situación de los actores?
P.S.: De los 5400 actores que figuran en el nomenclador, el 84% no llega a cobrar seis mil pesos al año, por eso tenemos que incentivar el trabajo, que las empresas den más trabajo. SAGAI suma, suma y reclama derechos, pero también SAGAI dice: empresas trabajen, hagan cosas que el país lo merece.
¿Quedan muchas empresas por firmar los convenios?
P.S.: Canal 11, Direct TV, Canal 9. Estamos en tramitación con América. Creemos que podemos llegar a acuerdos porque no estamos peleando, estamos negociando, consensuando, nosotros necesitamos que las empresas produzcan porque sino no tenemos trabajo. Y, en caso de no acordar, será la Justicia la que determine lo que corresponde.
¿Están dadas las condiciones para que crezca la producción nacional de ficción?
P.S.: Seguro que estamos en condiciones de producir más y con mejor calidad. Otra mejora sustancial sería que en vez de que exportemos formatos, exportemos programas, porque el formato beneficia al que lo inventó en cambio el programa beneficia a todos los que participan. Los argentinos estamos en condiciones de tener un muy buen nivel de televisión y poder exportar la imagen argentina.


Darío Grandinetti: “Ahora cada uno dice lo que piensa y se caen las caretas”
¿Es un hito para los actores este reconocimiento de derechos?
Sí, absolutamente, 73 años se estuvo peleando por esto que el Dr. Kirchner resolvió muy rápidamente y que la Presidenta ratificó con su presencia en la inauguración de nuestra casa. La casa de los actores hecha con el dinero de los actores, por si algún vecino piensa que lo pagó con sus impuestos. No, esto fue comprado con el dinero que los actores recaudamos de las empresas que nos pagan lo que nos tienen que pagar. Nadie nos ha regalado nada. Esto fue comprado, arreglado y va a ser mantenido por nosotros, los actores. Porque algunos vecinos creen que esta casa fue arreglada con la plata de sus impuestos ¿Quién se va a creer que los impuestos que cobra Macri van a ir a la cultura?
¿Cómo ves estos días de revitalización de la política?
Es un momento bárbaro que estamos viviendo en la Argentina. Durante muchos años, hasta no hace mucho, nos enterábamos de las cosas cuando ya estaban hechas. Ahora se ve la cocina: cada uno dice lo que piensa, todos podemos ver, se les caen las caretas. Es un momento bárbaro, me siento muy bien y muy orgulloso de la dirigencia, muy orgulloso de los compañeros vienen rompiéndose el alma hace mucho tiempo por esto.



Jorge Marrale: “Un acto de justicia”
Un estadista, un verdadero estadista, pudo entender claramente la necesidad de terminar con la aberración de que los que tenemos contemplados derechos de propiedad intelectual, no los cobráramos.
Los actores que siempre fueron tan queridos por el público, ¿nunca encontraron un correlato con las autoridades?
Antes buscaban la foto con los actores pero no nos daban lo que necesitábamos y ahora se está intentando integrar de una manera coherente arte, cultura, política, en el sentido de un avance social importante. Para mí el alma de la política es la cultura.
¿También se revitalizó la militancia entre los actores?
Se produce una militancia en cuanto a la reivindicación de lo que es un derecho en lo laboral y en lo intelectual. Actores nació hace 90 años y SAGAI nació hace cuatro. En el interín sucedió de todo, menos el derecho de propiedad intelectual para nosotros. Esto es un acto de justicia. Cuando la cultura consigue justicia, hay algo de la armonía que se cumple.


Federico Luppi: “Hagamos el esfuerzo para que esta primavera cumpla con los cambios reales”
¡Qué lindo para los actores estar parados sobre el piso de su propia casa!
Si, es una sensación hermosa, porque ganarse la vida como actor es también, lateralmente, generar las condiciones para una vida más fraterna, solidaria. Y la casa propia nos da una identidad. Es como si esto de pronto se convirtiese en el soñado lugar en el que podemos contactarnos, juntarnos, comunicarnos. Darle un poco a la dimensión del actor una condición social más alegre.
¿En España se respetan los derechos de los actores?
Sí, allá tienen una densidad institucional muy abigarrada y son celosos defensores de los derechos del actor. Allá cobré bien, religiosamente, todos los años me pagaban. Acá todavía estamos en ciernes, sacándonos la pachorra, pero esperamos que a partir de ahora podamos repartir lo que corresponde.
¿Cómo estás viviendo esta especie de primavera política en la Argentina?
Aceptemos que es una primavera política. Yo aspiro a que sea una primavera que cumpla con todos los requisitos para que después vengan el otoño y el invierno y que uno pueda afrontarlos con combustible, buen abrigo y buena cara. Aspiro a que la política esté haciendo su papel como corresponde y tengo una admiración, lo digo con toda honestidad e impudor, una admiración exacerbada por esta mujer (Cristina Kirchner) porque la veo comprometida con lo que dice, con lo que hace y nunca ha cerrado los oídos a ningún tipo de reclamo. Es sensible, inteligente, ejecutiva, de modo que hagamos el esfuerzo para que esta primavera cumpla con los cambios reales.


Juan Leyrado: “Estamos accediendo a lo que nos pertenece”
¿Llegó un tiempo de reivindicación de derechos?
Juan Leyrado: Sí, el pueblo, los trabajadores estamos accediendo a lo que nos pertenece. No solamente los actores, pero nosotros como actores estamos asumiéndonos como lo que siempre fuimos: trabajadores. Y que nuestro servicio sea remunerado como corresponde. Nosotros somos trabajadores aunque algunos quieren hacernos pasar como seres que no comemos, que no tenemos hijos, que no llevamos a nuestros hijos a la escuela, que no nos tenemos que jubilar, eso aquí no tiene que pasar. Somos trabajadores y tenemos que pelear por nuestros derechos y cuando encontramos y la gente que nos acompaña, como Cristina, como lo fue Kirchner, estamos presentes haciendo valer los derechos que nos corresponden.
Las empresas se estaban apropiando de lo que les correspondía a los actores ¿ahora se abren más posibilidades para los actores que no tienen tanta notoriedad o protagonismo?
J.L.: Sí, la cifra es grande y lo más importante es que se reparte entre todos los actores. Está bien porque es un derecho. Uno sube a un micro y hay un televisor donde aparecen las imágenes de los actores, uno va a un hotel y en la televisión está la imagen de uno, uno va a un shopping y en la televisión están vendiendo la imagen de actores. Somos trabajadores que hemos hecho un trabajo y tenemos que acceder a lo que nos corresponde. También la desocupación sigue siendo altísima para los actores.
¿Creés que la nueva ley de medios va a generar nuevas posibilidades?
J.L.: Sí, claro, pero hay que acompañarlo con una profundización cultural que implique estar al lado de la expresión artística argentina. Porque la gente todavía sigue diciendo: no, una película argentina no. Y la gente también se va a enterar lo que significa la tarea del actor, porque sino la gente se va a seguir creyendo que somos lo que no somos. Nosotros no somos el Gran Hermano, somos otra cosa, ni mejor ni peor, otra cosa. La mayoría de la gente se da cuenta que esa otra cosa se tiene que reconocer.
Se están haciendo de nuevo películas históricas ¿qué te parece?
J.L.: Fantástico. Además, como lo encaran. Como la película de San Martín que tanto el actor como el director no lo encararon como un prócer, porque en ese momento San Martín no era un prócer, después lo fue. Porque si vos hacés San Martín y sos prócer, hay algo que falla. Prócer se hizo después, era un tipo que iba al baño, comía, se tiraba un cuete.
¿Tenés ganas de interpretar a algún personaje histórico?
J.L.: Si puede ser mujer me gustaría ser Cristina (risas).